Buenos días.
No es que ayer faltaran novedades de cierta entidad, pero lo cierto es que, teniendo algunos de los días que hemos tenido a lo largo de las últimas semanas, lunes como el de ayer hacen que no terminen de significar nada especial.
Todo sea que la Reserva Federal aparezca como un torrente para que la tranquilidad de días como ayer desaparezca de golpe. Y con un Consejo de Gobierno que no se pone de acuerdo sobre qué camino seguir en la política monetaria, todo es posible. Porque el segundo de la Fed, Stanley Fischer, ha manifestado no estar muy de acuerdo con esa idea de sobrecalentar la economía que tuvo Janet Yellen.
En el caso del BCE, que por cierto se reúne esta semana, el trabajo va a versar sobre cómo arrancarle los estímulos de las manos a los más «necesitados». Tiene a su favor que la inflación general se sigue aprovechando de la recuperación ficticia de los costes energéticos, aunque no todo termina ahí. Porque la reestructuración del sector financiero, públicamente reclamada por Mario Draghi, es todo un reto. Para empezar, los inversores han recibido de muy buen grado que Italia haya comenzado a poner orden entre sus bancos con la fusión anunciada entre Banco Popolare y Banca Popolare di Milano.
Tanto la macro como la micro corrieron en gran medida a cargo de EEUU. En cuanto a indicadores económicos, hubo para bien por la subida de la producción industrial y para mal por el descenso del regional manufacturero de Nueva York. También mixtos son los resultados que publicaron las grandes compañías. Bank of America registra crecimiento a pesar de que el entorno no es el más adecuado para los bancos, IBM reduce su beneficio si bien le pone un stop a la tendencia a la baja de los ingresos y Netflix machaca las previsiones en cuanto a nuevos suscriptores.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones