Los criterios ASG, también conocidos como ESG por sus siglas en inglés, constituyen un conjunto de factores no financieros que se establecen como pautas a tener en consideración durante el proceso de toma de decisiones de inversión.
Estos criterios se dividen en tres grandes grupos: ambientales, que engloban aspectos como el cambio climático, emisiones tóxicas o energías renovables; sociales, como la consecución de los derechos humanos, condiciones de trabajo dignas, diversidad e igualdad o acceso a formación; y de buen gobierno, como poner fin al blanqueo de capitales, la corrupción, favorecer la ética empresarial o fomentar la transparencia.