Puedes invertir en el capital de compañías privadas (no cotizadas) que se encuentran en diferentes momentos de crecimiento: en fase inicial o de desarrollo temprano a través de fondos de venture capital, o para ayudarlas en su desarrollo o expansión en una fase más avanzada invirtiendo en private equity.
Se trata de productos complejos, por lo que están dirigidos a inversores con alto patrimonio, que tienen la experiencia y los conocimientos necesarios para tomar sus propias decisiones de inversión y para valorar los riesgos que asumen al invertir en compañías todavía no consolidadas.
Además, son productos que generalmente tienen un grado de iliquidez importante, ya que sus activos subyacentes no son líquidos, con un plazo de inversión y desinversión de entre cinco y doce años, en función de las características del producto.
Las inversiones alternativas permiten participar y contribuir al impulso de la economía y al desarrollo de las empresas generando empleo, diversificando las inversiones y aprovechando la experiencia de los gestores y asesores de los fondos que las promueven.