Buenos días.
Las bolsas abren la semana centradas en un nuevo foco de conflicto, Irak, y según parece, ya han olvidado el asunto no resuelto de Ucrania, donde gobierno y Gazprom siguen en negociaciones para asegurar el suministro de gas natural. Así, las bolsas europeas cedían a finales de la semana pasada parte de las ganancias cosechadas tras la reunión del BCE en el ya lejano 5 de junio, mientras en EE.UU., las mejoras de previsiones de ingresos en algunas compañías ayudaban a cerrar en positivo.
El goteo de noticias sobre el avance de la milicia yihadista suní mantenía a los inversores cautos a la hora de realizar nuevas compras, estado de ánimo que empeoraba tras observar las nuevas subidas del precio del crudo, que, sin ser alarmantes por ahora, sirven como termómetro del sentimiento de preocupación. No obstante, la posibilidad de ayuda por parte del Gobierno de EE.UU. junto con el sentimiento patriota que ha llevado a miles de iraquíes voluntarios a unirse al ejército para frenar el avance suní, resta importancia al conflicto, cuyo punto más preocupante podría alcanzarse en caso de que las tropas llegasen a la zona sur del país, región donde se concentra la mayor parte de producción de petróleo.
En el plano macroeconómico la exclusiva venía en esta ocasión del Reino Unido, donde el gobernador del banco central, Mark Carney, hizo alusiones a una posible subida de tipos “antes de lo que pudieran esperar los inversores”, lo que podría traducirse en subidas durante el primer semestre de 2015, comentarios que no gustaron a los mercados y que jugaron a favor del fortalecimiento de la libra. No es la primera vez durante este año que escuchamos comentarios en este sentido, y es que el próximo miércoles Janet Yellen posiblemente tenga que hacer alusión a cuándo podría la Fed llevar a cabo un movimiento similar.
Buen día.
Pablo Nortes Planas
Dirección de Inversiones
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