Buenos días.
Atención que la semana que viene podemos tener un brexit 2.0, tanto en lo político como en lo financiero. Y es que a una semana para las elecciones de EEUU, las encuestas están entre el empate Clinton-Trump (o Trump-Clinton, para no ser tachado de nada) y la victoria del candidato republicano, lo que el mercado previsiblemente no recogería con agrado. Claro que después de haber visto el enorme acierto de los sondeos en citas electorales este año, ya sea a cuenta del referéndum británico o de las elecciones españolas, cualquiera se juega todo su dinero.
Precisamente por prudencia, la Reserva Federal decidió no hacer nada en junio a la espera de ver si había brexit o bremain, exactamente el mismo tipo de decisión que ha aplicado ayer un Banco de Japón temeroso de una sacudida bursátil en caso de victoria de Donald Trump. Tampoco se espera que haga nada hoy la Fed, en este caso para no ser acusados sus miembros de parciales. Aunque tendría que producirse una sorpresa mayúscula para que el FOMC decidiera no subir los tipos en diciembre, vistos los numerosos datos que dan argumentos para ello. El ISM de servicios volvía a subir en octubre, pero la lectura debe ser analizada con algo de prudencia, dado que los nuevos pedidos eran la partida que restaba.
El último banco central de la semana será el Banco de Inglaterra, que tampoco se espera que haga nada mañana. Quizás, como mucho, confirmar de nuevo que Mark Carney se quedará al menos hasta 2018 por más que los rumores le quieran fuera. En las islas los indicadores económicos han empezado a empañar el supuesto entorno de «aquí no pasa nada», después de la fuerte subida que mostraron varios de ellos tras el referéndum. El último en sumarse a la lista es el PMI de manufacturas, que bien es cierto que aún tiene colchón hasta caer en los 50 enteros.
Para Europa las novedades estos días han venido casi en exclusiva por la vía de los datos macroeconómicos. El PIB de la zona euro confirma la escasez de crecimiento lo suficientemente sólido del bloque, pero lo que sigue subiendo de forma permanente es la inflación, aunque sorprendentemente, en octubre ha venido explicado por el coste de los servicios y no de la energía, que retrocede.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones