Por hacerlo un poco distinto, hoy vamos a empezar hablando de datos macroeconómicos. ¿Sorprendidos, verdad?
Pues bien, no vamos a contar nada que no sepan ya: la ralentización europea es más una realidad que una sensación. Si bien llevábamos algo de tiempo viendo indicadores como la producción industrial, las ventas minoristas o la confianza, por no hablar de la inflación, sufriendo un constante goteo en sus niveles, la publicación de ayer de los PMI de actividad manufacturera puede haber colmado el vaso de nuestra esperanza. Italia, España, Alemania y el agregado de la eurozona ven sus indicadores en terreno contractivo. Lo curioso es que Francia, con sus chalecos amarillos y todo, y Grecia (sí, Grecia) presentan números por encima de 50. Y todo esto cuando Donald Trump todavía no nos ha señalado a nosotros pero empieza a girarse hacia aquí. Lo de que subvencionemos a Airbus mientras Boeing sigue con su travesía por el desierto, con los 737MAX en tierra, no le hace ninguna gracia.
Por lo demás, la sesión de ayer fue tranquila con números verdes en general motivados por la reconciliación de Trump y Xi. No obstante, como todavía no han ido a rehabilitación, los inversores ávidos de condiciones acomodaticias han empezado a pensar en la segunda derivada que conlleva que se retomen las negociaciones. Si la Reserva Federal planteaba la posibilidad de bajar los tipos porque la guerra comercial estaba dañando la economía americana y, de repente, ya no hay tal conflicto… (complete usted la frase).
Para terminar, cabe destacar el récord de la Seguridad Social española en un mes de junio. Especialmente relevante si se piensa en la estructura de nuestra economía y lo importante que es la temporada de verano para el sector turístico. Esperaremos para ver si los que hoy entran no salen en septiembre, cuando ya se hayan acabado las vacaciones de la mayoría.
Buen día.