Desde hace un tiempo se viene hablando de si realmente los fondos de gestión activa aportan valor o no, incluso si merece la pena pagar una comisión de gestión, en algunos casos elevada, o no. Este dilema se ha acentuado más aún desde la aparición de los ETF´s en las carteras de los inversores particulares.
Desde este post queremos hacer una defensa de los beneficios que otorga la gestión activa de fondos de inversión. Para reafirmar nuestra postura también aportaremos datos numéricos para reafirmar su comprensión.
El año pasado, los mercados de valores a lo largo del globo presentaron una dispersión de rendimientos importantes en términos de sectores, e incluso de compañías dentro de un mismo segmento, llevando a que la rentabilidad de los inversores fuera de lo más variada. De esta manera, las carteras con presencia en el sector energético o bancario mostraron un rendimiento muy inferior a aquellas con presencia en viajes o aseguradoras.
Entrando en materia de la defensa de los fondos de gestión activa nos vamos a centrar a modo de ejemplo en aquellos que invierten en renta variable europea o estadounidense.
Empezando por los primeros y comparándolos en términos de rentabilidad con dos de los principales índices de referencia, Stoxx 600 y MSCI Europe, se desprende que se sitúan en tercer y cuarto cuartil*, respectivamente, lo que nos dice que por lo menos un 50% de fondos de inversión obtuvieron una mayor rentabilidad que el Stoxx 600, o un 75% en el caso del MSCI Europe. En lo que respecta a números contantes y sonantes, tenemos que en el 2015 el Stoxx 600 arrojó un rendimiento del 9,6% y el MSCI Europe del 8,22%, resultados nada desdeñables, pero si atendemos al rendimiento medio de los 10 mejores fondos de inversión en ese periodo, la ganancia es del 22,5%. Ahí es nada la diferencia. Es cierto que estamos dando datos a un año, y que se podría llegar a pensar que se ha elegido ese plazo porque es el más beneficioso para la gestión activa. Pero si ampliamos la longitud de la comparativa la situación no cambia en exceso, tal y como se apreciar en periodos a 3 y 5 años, en los que los selectivos de referencia muestran un comportamiento inferior a por lo menos el 50% de los fondos. Todo esto lo podemos ver de una manera más clara en la siguiente tabla:
Podríamos decir que este mismo análisis en EE.UU. es más representativo aún si cabe, sobre todo teniendo en cuenta que se considera al S&P 500 Index como la plaza bursátil más eficiente de todas. Prueba de ello es que la bolsa estadounidense en los periodos objeto de estudio, el número de fondos que superan al selectivo estadounidense es inferior al caso europeo, pero aún así, como mínimo un 25% de los productos han mostrado una revalorización superior a la del S&P 500:
A modo de conclusión, con los datos aportados, podemos decir que realmente merece la pena la comisión de gestión en los fondos de gestión activa, del mismo modo que una correcta selección de producto puede optimizar considerablemente nuestra cartera. Dicha optimización de las carteras es posible gracias al análisis y seguimiento periódico de nuestras posiciones porque no está de más recordar que los fondos de inversión están gestionados por personas por lo que no siempre se acierta, así que deberemos tener la flexibilidad suficiente para intentar ir adaptándonos a los diferentes entornos de mercado y así poder aprovecharnos del buen hacer de los gestores en los diferentes periodos.
Javier Monjardín
Director de Análisis