¿Cambio de papeles entre los bancos centrales?

El fin de semana no siempre es fin de semana para todos, lo que hace que probar bombas sea igual de eficaz un lunes que un sábado.

Por esto las tensiones en la península de Corea siguen a tope, con los del norte «jugando» con la comunidad internacional y los del sur preparados para la respuesta conjunta con EEUU. Y eso el mercado lo nota. O mejor dicho, lo sufre.

Previendo que las elecciones alemanas del próximo día 24 no representan un riesgo para el proyecto comunitario, los inversores están especialmente expectantes ante la reunión del BCE de esta semana. Es altamente probable que cualquier comentario, sea en el sentido que sea, tendrá un impacto más que notable en los mercados, con especial énfasis en el de divisas, tensionado hasta el extremo por el hipotético cambio de papeles entre los bancos centrales de EEUU y la zona euro.

Los indicadores económicos de ambos bloques publicados el viernes bien pueden servir para dar una idea del futuro a más corto plazo. Para comenzar, los PMI de manufacturas europeos se han apoyado en los países del núcleo para, a través del empuje del alto número de nuevos pedidos, darle un impulso al empleo. También en el caso estadounidense el ISM, equivalente del PMI, confirmaba la mejora del sector industrial, hasta máximos de seis años para ser más exactos.

El problema es que la atención sobre EEUU no está puesta en lo que mejora, sino en lo que no lo hace. Y ahí, además del retroceso de la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, estaba el informe de empleo correspondiente al mes de agosto. En términos generales se puede considerar a este último como mediocre en todos los sentidos, pues ni se han creado tantos puestos de trabajo como se esperaba ni, sobre todo, se vislumbra un necesario y definitivo despegue en el crecimiento de los salarios, lo que de verdad hace falta en estos momentos.

Buen día.

Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones