Buenos días.
Bienvenidos a Europa, epicentro del planeta Tierra… aunque ya veremos quién habla de sus problemas cuando suba tipos la Reserva Federal. Mientras llega ese momento, eventos tales como la reunión del BCE acaparan la atención, en la que se esperan opiniones sobre el QE y quién sabe si también sobre la indivisibilidad del euro.
Con permiso del optimismo desmedido de las autoridades griegas para alcanzar un acuerdo con sus acreedores, ayer asistimos a otra jornada de «adelántese a los acontecimientos». Sí, es cierto que la inflación de la zona euro por fin crece, pero hacerlo a un ritmo de tres décimas en una región con una salud aún endeble no es para salir a la calle a celebrarlo. Algo así es precisamente lo que sucedió, dado que parte del mercado apostó por un final anticipado del programa de compra de activos del BCE, lo que va totalmente en contra de lo dicho hasta ahora por los miembros del banco central, Súper Mario incluido.
EEUU vivió un parón a la buena racha de indicadores económicos vivida en los últimos días, en los que algo positivo igual pudiera estar gestándose. Ni los pedidos de fábrica ni el regional de actividad norteamericana de Nueva York fueron capaces de alcanzar los niveles estimados por el consenso. Esto, en suma con la subida del IPC europeo y la posibilidad de un acuerdo (seguramente temporal) relativo a Grecia, explica la escalada en rentabilidad de las curvas de deuda de los estados de la zona euro y de la divisa comunitaria frente al dólar.
Buen día,
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones