Una de las cosas que hacen más interesantes a los fondos de inversión es que permiten al inversor particular invertir en casi cualquier mercado financiero utilizando todo tipo de estrategias. A través de un fondo se puede invertir en diferentes activos: renta variable española, japonesa, europea, asiática, cualquier combinación de renta fija y variable, etc.
Una primera clasificación permite distinguir entre:
– Fondos de inversión mobiliaria. Son instituciones de inversión colectiva que invierten en activos financieros.
– Fondos de inversión inmobiliaria. Son instituciones de inversión colectiva que invierten fundamentalmente en inmuebles para su explotación en alquiler. Son fondos, en general, menos líquidos que los de naturaleza financiera.
A su vez, los fondos de inversión mobiliaria pueden ser de diferentes tipos:
– ordinarios, que invierten mayoritariamente en renta fija, renta variable y/o derivados,
– de fondos, que invierten mayoritariamente en otros fondos de inversión,
– subordinados, que invierten en un único fondo de inversión,
– índice, cuya política de inversión trata de replicar un determinado índice, y
– cotizados (ETF), cuya peculiaridad es que se negocian en las bolsas de valores, como las acciones.