Es siempre fascinante analizar el sentimiento de los inversores. En la última encuesta de la CNN sobre la economía, prima el miedo. Nosotros, como inversores a largo plazo, consideramos que esto genera una magnífica oportunidad para comprar calidad a precio razonable.
Viene un aluvión de acuerdos comerciales con Estados Unidos. Los acuerdos con Japón y el Reino Unido están casi finalizados, y tras ellos se han anunciado otros con México, Corea del Sur y también con la Unión Europea. Incluso China ha anunciado su disposición a cerrar acuerdos comerciales. Hay más de noventa países dispuestos a cerrar acuerdos de calado en menos de dos meses.
Los tipos de interés seguirán bajando. A pesar de los mensajes de la Reserva Federal, el mercado estima al menos tres bajadas de tipos en 2025 y hasta cinco. Los tipos de interés que descuenta el mercado privado ya reflejan esa necesidad de facilitar el crédito y acomodar el coste del dinero a la realidad de la economía productiva.
La inflación no está aumentando. El último dato del Truflation Index, que refleja una estimación del IPC en tiempo real, muestra un 1,4% anualizado. Adicionalmente, las materias primas y el precio de los alimentos bajan o se mantienen.
Los aranceles van a ser absorbidos por los productores en su inmensa mayoría. Los distribuidores globales ya han alertado de que no aceptarán subidas de precios injustificadas y la caída del movimiento de contenedores desde China demuestra que los importadores no están dispuestos a aceptar precios más caros.
El riesgo de recesión se mantiene en un 30% según Bloomberg. El indicador adelantado del Conference Board está en expansión en nuevas órdenes y el índice compuesto está también en expansión en Estados Unidos. Los datos de resultados empresariales también son positivos. Con 59 empresas que ya han publicado, la sorpresa en ventas es positiva en +0,47% y la sorpresa en beneficios es +6,5%.
Todos estos factores no suponen que tengamos que ver la economía de manera excesivamente optimista. Ya explicamos que será un año de volatilidad y crecimiento pobre y endeudado. Sin embargo, creemos que es un momento oportuno para comentar las buenas noticias que van saliendo o al menos recordar que algunos escenarios demasiado pesimistas no se están produciendo o no son evidentes.
En las próximas semanas analizaremos los datos a medida que se vayan produciendo, teniendo en cuenta que el factor más relevante para la bolsa, que es la cantidad de dinero en el sistema, está creciendo y ya se sitúa a máximos históricos.