Desde el comienzo de la recuperación, la renta variable estadounidense ha registrado una rentabilidad superior a la de la renta variable mundial, ya que la economía estadounidense constituía inicialmente el único motor del crecimiento global: los países europeos lidiaban con la crisis de la zona euro. A medida que la economía estadounidense se recuperaba, también lo hacían los beneficios corporativos. Tras siete años de recuperación, la economía sigue creciendo a un ritmo discreto pero constante, sin ningún tipo de exuberancia que haga peligrar su camino. En la actualidad, los beneficios corporativos no solo se ven propulsados por un positivo entorno nacional, sino también por una recuperación sincronizada mundial que está avivando la demanda de bienes estadounidenses a escala internacional.
Megatendencias
El mayor crecimiento de los beneficios está respaldado por las megatendencias seculares en la tecnología. Por ejemplo, el sector de los semiconductores experimentará seguramente una expansión de 2 o 3 veces la tasa de crecimiento del PIB mundial, ya que los fabricantes de chips definen y se benefician de múltiples megatendencias en la tecnología y la sociedad. La economía está creando en la nube una enorme necesidad de adquirir, almacenar, comunicar y analizar datos de manera rentable, así como de convertir dicha información en ideas y acciones. Los semiconductores se hallan en una posición óptima para liderar estos cambios, impulsados por el ciclo virtuoso de la ley de Moore de «cada vez más barato, más rápido y más pequeño». Las tendencias de la informática en la nube, la inteligencia artificial, los juegos de azar, los coches conectados, la banda ancha móvil ilimitada y permanente, las redes inalámbricas 5G y el «Internet de billones de cosas» podrían, conjuntamente, ofrecer oportunidades palpables por valor de casi 100.000 millones de USD durante el próximo lustro. El crecimiento del sector tecnológico está superando al del índice S&P 500 en un 5% anual. No obstante, aunque es la industria tecnológica la que está expuesta principalmente a estas tendencias, todo el ecosistema saldrá beneficiado.
Valoraciones
Las valoraciones del sector tecnológico no se hallan en niveles extremos. El sector estadounidense de las TI todavía parece razonablemente valorado en términos del múltiplo de PER previsto en comparación con el mercado. Si partimos de la ratio de precio/valor contable, el sector se antoja más caro, pero se podría cuestionar la relevancia del PER histórico como parámetro, dado que el sector en EE. UU. está cada vez más orientado al software y a los servicios. Además, en términos de la prima de riesgo de la renta variable, EE. UU. resulta interesante. Si bien en los diez últimos años la prima de riesgo histórica de la renta variable estadounidense ha superado la de otros mercados desarrollados, esto justifica probablemente la mayor prima de valoración del país norteamericano. A largo plazo, la prima de riesgo estadounidense y europea (excl. el Reino Unido) es aproximadamente la misma y supera la de Japón y del Reino Unido.