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21/12/2016 AUTOR: Virginia Pérez Palomino Análisis & Inversiones

Radiografía de un año en bolsa

Radiografía de un año en bolsa

Increíble pero cierto. El mundo económico-político, a falta de unos días para terminar el año, ha conseguido superar una serie de eventos sistémicos, con potenciales efectos negativos para supeditar el comportamiento del total de los activos, de aquellos de los que no te salva ni la diversificación.

El resto del mundo sigue en llamas, pero como lo que nos ocupa son los mercados financieros, les invitamos a repasar algunos de sus principales acontecimientos en este año. De todos modos, a aquel que no quiera detenerse en la morosa meditación de este sufrido 2016 le adelantamos las conclusiones: divergencias y rotación.

Les desvelo un secreto: en nuestro departamento habíamos pensado comprar un décimo de lotería por cada una de las fechas de esos sucesos significativos, léase: mínimos del petróleo, máximos de caídas de las bolsas en febrero, brexit, Trump, referéndum en Italia, elecciones en España, acuerdo OPEP, subida tipos Fed; para los bancos y China haríamos un especial sorteo de “fechas disgusto”, nuevos máximos de 14 años para el dólar y muchas más. Pero caímos en la cuenta de que el presupuesto no nos llegaba para acometer esta loca (por su poca probabilidad de éxito) inversión. Mucho gasto y poco ahorro, me temo. Un comportamiento por otra parte generalizado, pues el consumo ha sido el principal motor de las economías europeas y americanas. Pero vamos con nuestro relato.

Érase una vez primavera de 2015 en la que los índices en Europa y en EE.UU marcaban niveles máximos y desde ahí se iniciaba una fase correctiva, lógica por otra parte, después de años de subidas (2009 EE.UU/2012 Europa). Lo que en principio iba a ser una corrección normal se complicó, y terminó convirtiéndose en una larga fase correctiva constantemente asaltada por temores a una recesión global (desaceleración China, sospechas deflacionistas, frágil crecimiento, amenaza incesante de una subida de tipos por parte de la Fed y emergentes intensificando las caídas por retrocesos en los precios de las materias primas). No importaba que los datos macroeconómicos de los países desarrollados fueran razonablemente positivos. La falta de confianza se había instalado en el corazón de los inversores y contra eso no hay dato macro que valga, sólo el tiempo es capaz de poner las cosas en su sitio y una vez más, en medio de unas bolsas a punto de hacernos enloquecer, les pedimos paciencia. Tuvimos el peor inicio de año que se recuerda, anticipándonos que durante 2016 “no habría paz para los mercados”.

Confusos y desamparados nos encontrábamos cuando llegó “el Séptimo de Caballería”, el S&P no rompía soportes. Los elevados niveles de pesimismo y sobreventa actuaron como resorte para provocar unos rebotes que terminaron por confirmar zonas de suelo. Los datos procedentes de Norteamérica y la implementación de medidas más audaces por parte de Draghi sustentaron la continuidad de ese rebote, aunque con tantas incertidumbres sobre el tapete que el mercado comenzó a lateralizarse.

Porque el brexit: “va a ser que no”. Pues fue que sí. Y si me permiten la expresión, nuevo revolcón para los índices…europeos. El tremendo disgusto del momento (Ibex -12,35% en una sesión) fue dando paso al “ya veremos, si aún falta mucho”. En julio el clima cambió y no sólo por la sofoquina veraniega. Los índices en Europa recuperaban el terreno perdido tras el referéndum en el Reino Unido y asistimos a la ruptura alcista en EE.UU y su consolidación, en lo que en principio asumimos como un cambio de escenario fundamental: el fin de un movimiento lateral consolidativo y la reanudación del proceso alcista que tenía su origen en el año 2009. Los cisnes negros pasaban de largo en agosto, las materias primas continuaban su recuperación y se comenzaba a hablar de que los emergentes estaban mejorando en su conjunto. Se iniciaba además uno de los grandes acontecimientos del año, la rotación sectorial (de valores defensivos hacia valores más cíclicos, con más beta), que alcanzó su mayor apogeo tras el “pues Trump va a ser que no”, y fue sí. En este momento, por el cambio de expectativas que generan las propuestas de su programa electoral, se agudizó una guerra que no se libraba en los índices, sino en la trinchera sectorial.

El referéndum italiano y “el Cameron” en toda regla que se hizo Renzi pasaron por los índices sin pena ni gloria. ¡Hay que ver cómo hemos cambiado! Los mercados comienzan a mostrarse más fríos sobre los temas políticos ganando objetividad; acaso hayan aprendido a coger cierta perspectiva y quizá esto suponga que nos vamos encontrando más entrenados para la avalancha de citas políticas que estamos abocados a “sufrir” en Europa en los próximos meses.

¿Divergencias? De crecimiento, inflación y tipos entre los diferentes bloques económicos. Entre índices más o menos bancarizados o con mayor o menor exposición a emergentes; entre índices europeos y americanos, por cierto, que en algún momento debería cerrarse, si el sector bancario lo permite; divergencias sectoriales; divergentes también las políticas monetarias. A propósito, parece que con la victoria de Trump en EE.UU se sustituirán estímulos monetarios por fiscales, lo que moverá a los inversores a rotar de bonos hacia acciones, una maniobra inversa a lo que ocurrió en la primera parte del año.

Finalmente y liderando la clasificación del Stoxx600, el sector de recursos básicos se mantiene imbatible durante 11 meses consecutivos (+58,3% en el año). El que siempre fue el último de la fila, el sector bancario (hasta -36,28% de caída), con su fulgurante recuperación desde mediados de año, que le lleva a perder sólo un -5,45% a estas alturas de temporada.

Aquí termina nuestro informe sobre el azaroso 2016 y llega el momento de contarles nuestras expectativas para el próximo año y su gran reto: los resultados empresariales. Pero no, eso mejor lo dejamos para una nueva crónica.

Queremos transmitirles que estaremos encantados de poderles acompañar en el apasionante año que sin duda será 2017.

Virginia M. Pérez Palomino
Responsable de Renta Variable

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