El viernes se cumplió la octava semana en positivo para los principales índices europeos a pesar del tono mixto que mantuvieron en la última jornada. Ni los peores datos de inflación en EE. UU. ni el aumento en la rentabilidad exigida a la deuda pública han impedido a estos colectivos mantener el tono positivo.
En el último día de la semana, el Eurostoxx 50 cerró con un ligero retroceso de 50 puntos básicos, el DAX cedió 8 puntos básicos y, sin embargo, el Ibex 35 se apuntó un 1,02% apoyado en el sector bancario y las acciones de servicios públicos, que repuntaron con fuerza. Al otro lado del charco, las noticias no fueron positivas: el S&P 500 y el Nasdaq cerraron en negativo con un -0,65% y un -1,15% respectivamente. Las compañías tecnológicas fueron penalizadas por los inversores, entre las que destaca la fuerte caída de Adobe de un 13,67%. Los resultados trimestrales presentados por la compañía han superado las expectativas de los analistas si miramos los beneficios por acción (4,48 dólares vs. 4,38 dólares estimado) e ingresos (5.180 millones de dólares vs. 5.150 millones estimado). La nota negativa la han puesto las guías presentadas, que es lo que al mercado no le ha convencido, haciendo que varias casas revisen a la baja sus precios objetivo.
Mirando al mercado asiático, resalta la pésima semana que registró el Topix japonés, cediendo un 2,05%. Este supone el peor dato semanal en lo que llevamos de ejercicio, que tan solo había registrado una semana en negativo. Las acciones japonesas se toman un respiro después de haber acumulado ya una rentabilidad en el año de 12,86%.
Dentro del segmento de deuda pública, el viernes, las curvas de Alemania y Estados Unidos registraron ligeras alzas en todos los tramos. Los inversores continúan ajustando su visión sobre un retraso en los recortes de los tipos de referencia. El bono a diez años de EE.UU., de hecho, marcó un nuevo máximo del año el jueves 14, alcanzando un rendimiento del 4,32%. Las estimaciones se sitúan ahora en tres bajadas en el 2024, muy alejado de las previsiones que hacía el mercado a finales del 2023.
El viernes compareció Philip Lane, por parte del BCE, dando algunas pistas de la visión actual del organismo europeo. Por un lado, se mantuvo positivo rebajando las previsiones de inflación para este año desde el 2,7% al 2,3%, reconociendo que la evolución de los precios ha sido muy positiva desde que comenzase este ciclo inflacionista. Por otro lado, ha reconocido que aún será necesario tener más información sobre un aspecto crucial como son los salarios, indicando que entre abril y junio tendrían muchos más datos que les permitan tomar una decisión con relación a la política monetaria.
Esta semana tenemos algunas citas importantes en el calendario. Entre el martes y el miércoles la Fed se reunirá y se espera que mantengan intactos los tipos, al igual que en Australia, donde la reunión se celebrará hoy. También este lunes saldrá el dato final de inflación en la zona euro, que se estima que se quede en el 2,6% anual. En EE. UU. verán la luz los datos de actividad económica (PMI) el jueves, así como las peticiones de subsidios por desempleo de ese país.
Finalmente ayer domingo Putin ganó las elecciones en Rusia, perpetuándose seis años más en la presidencia del Gobierno, al que accediese en el año 2000. El mandatario no ha tenido problema en salir reelegido a pesar del conflicto con Ucrania y las sanciones impuestas por Occidente; ha sido su mayor victoria desde que llegó al poder.
Feliz lunes a todos.
Llámanos 
