Hace como unos 10.000 años el ser humano empezó a ser sedentario.
Aprovechando que los efectos de la última glaciación se estaban pasando y hacía mejor tiempo, la agricultura empezó a dar sus frutos y ya nos dejó de apetecer tanto lo de andar de aquí para allá. Así que, aunque esto no venga en ningún libro de historia, hace unos 10.000 años ya había abuelas que le decían a sus nietos “alquilar es tirar el dinero, cómprate una casa, que eso te queda para siempre”. Contrastado no está, pero puede ser que fuera así. Y si la abuela vivía en la península ibérica, es casi seguro. Según diversas fuentes (estas más fidedignas) en España algo más de un 80% de la población es dueña de al menos un inmueble, una tasa que en Alemania está por debajo del 60%. La primera conclusión de este post es que las abuelas alemanas son mucho menos insistentes que las españolas.
A raíz de la crisis de 2008, el eterno debate sobre si comprar una casa es una buena idea desde el punto de vista de la inversión se reavivó considerablemente, aunque no entre el colectivo de abuelas ibéricas. Pero como siempre en cuestiones complejas, la respuesta no suele ser sí o no, sino depende. Para empezar, los activos inmobiliarios también tienen ciclos, ciclos que se pueden aprovechar, y para seguir, dentro del mercado inmobiliario hay muchos tipos de inversiones posibles. No es lo mismo comprar un local que una casa en la costa que una plaza de garaje. Y además, no siempre que se compra una casa es la idea de invertir lo que se tiene en la cabeza, sino la de estar en un sitio que nos gusta, en el que nos sentimos bien o que nos permite cambiar de aires de vez en cuando.
Pero lo que es seguro es que ya sea para invertir o porque simplemente se quiere un lugar para vivir, la compra de un inmueble requiere planificación y buenos consejos, y no solo de nuestra abuela. Y si no, piense en el montón de preguntas que le pueden surgir. ¿Cuál es la fiscalidad actual de las hipotecas? ¿Y de los alquileres? ¿Cómo puedo optimizar la venta de la primera vivienda para comprarme una mayor? ¿Si compro para luego alquilar, cuál es la rentabilidad mínima que debo obtener de ese alquiler? ¿Cómo puedo aumentar la rentabilidad de los inmuebles que ya tengo? ¿Y las obras de reforma, cómo puedo planearlas y financiarlas? ¿Cómo puedo complementar mis inversiones inmobiliarias con otro tipo de productos financieros para diversificar riesgos? ¿Qué es eso del certificado de eficiencia energética? Y hay muchas más.
En Tressis podemos ayudarle con todas estas preguntas. Le ofrecemos un asesoramiento completo y personalizado, considerando todos los aspectos de su decisión desde el punto de vista del ahorro, la inversión y la fiscalidad. Podemos aconsejarle sobre cómo ahorrar, planificar y decidir sus inversiones inmobiliarias. Hágale caso a su abuela, pero no solo a ella.