¡Cómo no van a bajar los mercados con la que está cayendo!
Es más, diría que poco caen para lo que tenemos, y esto debemos agradecérselo a la inestimable ayuda de, cómo no, nuestros amigos los bancos centrales. Ayer el pesimismo iba in crescendo por barrios: en Europa los números rojos fueron generalizados, en previsión de que vuelvan a producirse nuevos confinamientos de la población, pues es prácticamente la única medida que los poderes ejecutivos están barajando para tratar de contener nuevamente el virus.
En el otro lado del charco las caídas eran más moderadas, provocadas por la poca voluntad de demócratas y republicanos de alcanzar un acuerdo para nuevos estímulos. Dicen ahora que sí que sí después de las elecciones, aunque no parece a priori un buen momento para negociar, justo cuando uno de los dos bandos vaya a estar lamiéndose sus heridas.
La deuda también respondió a esta situación, con el bono americano a 10 años repuntando en rentabilidad hasta niveles del 0,8%, máximos de más de un trimestre. No pareció, por lo tanto, hacer mucha gracia a los inversores la publicación en el Libro Beige americano de que la economía de la región tendrá una recuperación más lenta de lo esperado. Esto no es sino una constatación de algo que ya nos olemos, pero ya se sabe que no suele ser grato oír cosas que no queremos oír, no vaya a ser que nuestros pensamientos se vuelvan realidad.
La nota positiva la tenemos en Londres, pues parece que Johnson está dispuesto a volver a sentarse con la Unión Europea a hablar del brexit. Esto no quiere decir que vayan a llegar a un acuerdo, cuidado, pero sí al menos que lo van a intentar con más o menos intensidad.
Y finalmente, en el terreno corporativo tendremos hoy noticias de compañías de la importancia de Microsoft, Coca-Cola o AT&T en Estados Unidos, mientras que en España la puesta de largo del día incluirá a Bankinter y Atresmedia. ¡Qué diferencia de nombres! Los que ya han pasado el mal trago fueron nuestros amigos de IAG, a los que la pandemia les sigue haciendo agonizar, sí, pero menos de lo que esperan hacerlo en los próximos meses. La diferencia es hasta grosera: registran unas pérdidas de 1.300 millones de euros en un período en el que el año pasado alcanzaron 1.400 millones de beneficios. ¡Caramba con el virus!
Buen jueves.
Llámanos 
