La verdad es que hoy no sé por dónde empezar, pero como economista comenzaré por la agenda microeconómica: hoy se inicia de forma oficiosa la presentación de resultados empresariales del segundo trimestre de 2020. Como siempre, serán tres de los principales bancos norteamericanos, JP Morgan, Citigroup y Wells Fargo, los primeros en salir a escena, de los que se espera que declaren fuertes provisiones para las complicaciones que vendrán. No obstante, ayer PepsiCo ya reportó sus números marcando, probablemente, la tónica que será generalizada: caídas en ventas y beneficios (en este caso menores de lo esperado), pero imposibilidad de dar sus guías para los próximos trimestres. Y hasta aquí lo que tiene que ver puramente con la economía.
Pasemos a la salud: ayer el gobernador de California impuso el cierre de bares, así como la paralización de la actividad interior en museos y cines por la transmisión, que empieza a estar preocupantemente incontrolada, de contagios de coronavirus en el estado. A California podrían seguirle otras partes de Estados Unidos, pero incluso en el caso de que no lo hiciesen, no debemos olvidar que lo que se está paralizando es una región con un PIB que es casi el doble de España.
¿Un poco de política? La relación entre la Administración Trump y Pekín está cada vez más desmejorada. A las tensiones tradicionales (cumplimiento del acuerdo comercial, gestión del estadio inicial de la pandemia…) ahora se suman dos nuevos frentes: por un lado, ayer se filtraba que, desde Estados Unidos, se están planteando la posibilidad de eliminar un acuerdo que data de 2013 por el que se creaba una oficina especial para resolver desacuerdos en cuanto a la información otorgada por los auditores chinos de empresas cotizadas en Wall Street. El germen de esta idea era mejorar la información financiera pública de las compañías asiáticas, pero parece que, hasta ahora, no ha conseguido mejorar su transparencia, una de las grandes demandas recogidas en el acuerdo comercial. Por otro lado, Mike Pompeo, secretario de Estado, declaraba abiertamente que su Gobierno está frontalmente en contra de las pretensiones que China mantiene sobre el mar de la China Meridional, sobre el que también disputan Filipinas, Malasia, Vietnam y Brunei. Como siempre, para China esto constituye una intromisión, olvidando quizá que existe un fallo de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya que ya en 2016 dio la razón a Filipinas con respecto a una parte de ese mar, pero que el Partido Comunista chino ha decidido no reconocer.
En Europa, el viernes se reunirán nuevamente los miembros de la Unión Europea para tratar el tema del fondo de recuperación. Los bandos siguen claramente definidos, pues mientras ayer Merkel apoyaba a los países más afectados por la pandemia y Conte mostraba su gratitud declarando estar abierto a mayores esfuerzos por su parte a cambio, el caso de Holanda con España era opuesto, con el primer ministro Mark Rutte diciéndole en persona a Pedro Sánchez que buscase una solución a nivel interno.
Ante todo esto, por supuesto, los índices de renta variable terminaban cediendo, pues el optimismo también tiene sus límites.
Buen martes.
Llámanos 
