Los buenos datos de China pueden ayudar a que el mercado relativice la segunda ola de casos de coronavirus en Europa, así como el fracaso en las negociaciones sobre el brexit.
Con todo, el dato es mejor que el anterior y da fe de que la economía ya se ha recuperado plenamente de las interrupciones del primer trimestre. Además, las ventas minoristas y la producción industrial de septiembre ponen de manifiesto la recuperación de la demanda interna, de una manera muy superior a la esperada, mientras las inversiones en activos fijos siguen mejorando.
En Europa, seguimos pendientes de la evolución de la pandemia, con el anuncio de nuevas restricciones a la movilidad en Italia y Bélgica. Por su parte, habiéndose cumplido ya el plazo de negociación del brexit, las espadas siguen en alto y el gobierno de Jonhson cada día recibe más presiones para que rebaje su tono en las discusiones. Las empresas empiezan a temerse lo peor y Moody’s rebaja el rating de la deuda soberana y la sitúa en perspectiva negativa ante la incapacidad para llegar a un acuerdo comercial con la UE.
La última región de la que nos quedaría hablar es EE.UU. donde están enfrascados en la campaña electoral. Sin embargo, esta situación no les impide que continúen las negociaciones entre el secretario del Tesoro Steven Mnuchin y Nancy Pelosi, quienes se han fijado mañana como límite para avanzar en el acuerdo entre demócratas y republicanos para un quinto paquete de estímulo fiscal.
Esta semana, el mercado tendrá que digerir importantes datos económicos. Más allá de los conocidos esta madrugada en China, tendremos las estadísticas de este mes de la actividad en el sector servicios y manufacturero en la zona euro y en Estados Unidos. Asimismo, la temporada de presentación trimestral de resultados irá ganando tracción.
Buen día.
Llámanos 
