Cerramos un trimestre, cuando menos agitado. Entre la negociación del techo de deuda, los renovados temores sobre los bancos regionales estadounidenses, la euforia sobre la inteligencia artificial y el nuevo repunte de las rentabilidades exigidas a los bonos globales, no hemos tenido tiempo para aburrirnos.
Durante la semana pasada, la revisión al alza del crecimiento americano y las sorpresas sobre la inflación ayudaron a los principales índices de referencia a redondear un trimestre sólido, con el índice S&P 500 registrando su mejor ganancia semanal desde finales de marzo. El Nasdaq Composite se mantuvo muy por delante del resto de índices, terminando el semestre con una ganancia de casi el 33%, su mejor comienzo de año. Por su parte, el Nikkei 225 cerraba el semestre como uno de los índices con mejor desempeño del mundo en términos de moneda local, aunque la debilidad del yen, en cierta medida, moderó los rendimientos en euros. Cuidado con el nivel del yen, que el año pasado en septiembre vimos cómo el BoJ intervenía en cifras muy parecidas.
Los datos de inflación publicados el viernes permitieron vivir un incremento de la confianza de los inversores. El Departamento de Comercio informó que su índice de precios del gasto de consumo personal (PCE) había subido un 0,1% en mayo, lo que redujo su aumento interanual al 3,8%, su nivel más bajo desde abril de 2021. El índice PCE subyacente (excluyendo alimentos y energía), considerado el indicador de inflación preferido de la Reserva Federal, retrocedió al 4,6% interanual, aún muy por encima del objetivo del 2% de la Fed, pero aparentemente calmó los temores de una reaceleración en las presiones sobre los precios después de la sorpresa alcista de abril.
En la zona euro la inflación se desaceleró en junio por tercer mes a 5,5% desde 6,1%. Sin embargo, la inflación subyacente, que excluye los precios de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, subió a 5,4% desde 5,3%.
Además, la Universidad de Michigan revisó su indicador de la confianza del consumidor al alza, llevándolo a su mejor nivel en cuatro meses. El investigador jefe de la encuesta atribuyó el «sorprendente repunte» a la resolución del enfrentamiento del techo de la deuda, pero también a «sentimientos más positivos sobre el debilitamiento de la inflación».
Pero la noticia del viernes era que Apple alcanzaba una capitalización de mercado superior a los tres billones de dólares, siendo la primera empresa de la historia que supera dicho nivel. El Wall Street Journal informó que la valoración de la empresa de la manzana ha superado la de cinco de los once sectores del S&P 500 en su totalidad (materiales, inmobiliario, servicios públicos, energía y productos básicos de consumo).
Lo que eran buenas noticias para los inversores en renta variable fueron malas noticias para el mercado de renta fija, ya que los datos ayudaron a impulsar el rendimiento del bono americano a diez años hasta 3,87% intradía, su nivel más alto desde el 9 de marzo.
Por su parte, los rendimientos de la deuda pública europea se mantuvieron cerca de los máximos de la semana a medida que la inflación disminuyó, pero se mantuvieron por encima del objetivo del 2% del Banco Central Europeo. El rendimiento del bono de referencia del gobierno alemán a diez años se acercó al 2,4%.
La última noticia a resaltar del viernes venía de China. Su PMI manufacturero subió a 49 en junio, en línea con las expectativas y mejorando desde el 48,8 registrado en mayo. Sin embargo, las lecturas del PMI inferiores a 50 indican una contracción en la actividad. El PMI no manufacturero se relajó, cayendo a 53,2 en junio desde 54,5 en mayo. Estas cifras sugieren que las industrias de servicios y construcción continúan creciendo, aunque a un ritmo más lento. Por lo pronto, ya hay autoridades que hablan de que el crecimiento este año será del 5% y no del 5,5%.
Durante el día de hoy conoceremos las publicaciones definitivas de los PMI manufactureros. Un día a medio gas en Wall Street en la previa del Día de la Independencia.
Buena semana.
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