A largo plazo, la gran ganadora será la tecnología

Termina noviembre, uno de los mejores meses para las bolsas en los últimos años, y entramos de pleno en el último mes de este 2020 tan extraño. Si hace un año alguien nos hubiese contado todo lo que ha sucedido, nos habríamos reído pero, con un poco de suerte, dentro de un año podremos mirar para atrás y ver estos días como algo casi superado. Si esto es así, será gracias a las vacunas que diversas compañías llevan desarrollando desde prácticamente el inicio de la pandemia mundial. Ayer, una de ellas, Moderna, anunciaba que tras los ensayos finales su efectividad se elevaba hasta el 94%, siendo especialmente relevante su eficacia en los rangos de edad más vulnerables. Si todo va según lo previsto, en Estados Unidos podrían estar vacunándose antes de Nochebuena. Esto inherentemente lleva implícito que las próximas navidades veremos alguna película en la sobremesa de Antena 3 en la que Papá Noel trae una dosis del medicamento a cada casa. No tengo pruebas, pero tampoco dudas.

Ayer, sin embargo, los mercados cerraron la sesión a la baja. Curiosamente, por primera vez, las compañías de crecimiento lo hicieron mejor que las cíclicas en una jornada en la que conocíamos novedades de algún tipo sobre las vacunas. No sabemos si la rotación sectorial ha finalizado, se está quedando sin fuerza, o solo ha parado para respirar (¡ojalá lo supiésemos!), pero seguimos pensando a largo plazo, y ahí, para nosotros, los grandes ganadores serán todos aquellos que tengan que ver con la tremenda revolución tecnológica que estamos viviendo.

Mientras todo esto sucedía en los mercados financieros, en Washington se rumorea que los demócratas y los republicanos están muy cerca de llegar a un acuerdo para lanzar un nuevo estímulo fiscal. Esto es radicalmente opuesto a la situación actual en Bruselas, donde Polonia y Hungría mantienen más bloqueados que nunca los presupuestos para la recuperación europea.

Buen martes.