Trump ya ha pasado de electo a presidente con todas las de la ley, así que ahora toca empezar a aplicar su programa, sea el prometido o no.
Aunque lo cierto es que ha empezado cumpliendo su palabra, pues el Obamacare ya ha enfilado el camino del matadero, como bien prometía y querían los republicanos para que EEUU sea más EEUU. Además, en función del discurso se puede extraer que se avecinan tiempos de tensión en materia de comercio internacional por las ganas de revisar las condiciones de varios tratados. El proteccionismo del que tanto se ha hablado. Quizás suceda lo contrario en materia de carga regulatoria, no sólo porque aligerarla sea una de las banderas de Trump, sino por el coste que con ello dice que se puede ahorrar la Administración pública. Tan sólo quedó una duda de la toma de posesión: la falta de mención a los estímulos con los que promete crear varios millones de puestos de trabajo, y encima de calidad.
Al igual que con el ya presidente de EEUU, la primera ministra británica comparte poco tiempo en el puesto y el encargo de empezar una cruzada por el futuro de la patria. Quizás por esto sea que May es el primer jefe de Gobierno que visite al nuevo inquilino de la Casa Blanca, aunque también la necesidad de la premier de buscar aliados en sus negociaciones con Europa cuenta seguramente.
También la OPEP decidió que era tiempo de cruzada contra los frackers, pero en este caso con resultado ya sabido. Resulta llamativo que esta vez sí, parece que los miembros del cártel están cumpliendo el acuerdo al que llegaron en su última reunión para reducir la cuota de producción. Felicidad por este motivo, pero felicidad contenida porque son esos mismos frackers los que están preparados para tirarse a cuchillo en la medida en que los productores tradicionales les vayan abriendo las puertas.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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