Todos quietos

Buenos días.

Los mercados siguen sin atreverse a dar dos pasos firmes en una misma dirección, pues el riesgo a tener que absorber una subida de tipos no parece agradar en exceso después de tanto tiempo de facilidades.

Y si a eso le sumamos los tumbos que últimamente da el precio del petróleo, para el que un día la producción apunta a la estabilización y al día siguiente lo contrario, todos quietos. Extrayendo algo en positivo, el riesgo político al que los europeos nos empeñamos en representar, no aporta volatilidad, pues tener, sólo entre España y Francia tenemos… porque los británicos ya no quieren ser de los nuestros.

Reserva Federal y tipos de interés. He ahí el interrogante. Argumentos a favor y en contra de elevar el precio del dinero sobran, pero al final lo único que importa es lo que efectivamente suceda y cómo adaptarse. El vicepresidente de la Fed, Stanely Fischer, mantiene su postura proclive al endurecimiento de la política monetaria aludiendo a lo cerca que están de alcanzarse los objetivos primordiales de este banco central, empleo e inflación. Seguro que el muy buen dato de confianza de los consumidores de la Conference Board publicado ayer, apoyado precisamente en el empleo, además de en la mejora de las condiciones económicas, supone un nuevo punto de apoyo para los halcones y no tan halcones.

Por lo que es el viejo continente, las consecuencias del brexit empiezan a notarse, aunque sea leve y sosegadamente. Las referencias de confianza de la Comisión Europea vuelven a niveles de marzo, esbozando el resultado del referéndum británico como causa principal, justo ahora que algunos indicadores de confianza de las islas podrían haber hecho suelo tras un desplome vertical. Aunque si de algo se habló ayer, eso fue la multa que Bruselas aplica a Apple a cuenta de la ingeniería fiscal que algunos países (léase el impuesto Google del Reino Unido) ya empezaron a frenar algún tiempo atrás.

Buen día.

Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones