En los últimos diez años la inversión socialmente responsable se ha disparado.
Desde 2007, los fondos bajo gestión en el mercado ISR solo en Europa se han multiplicado por seis hasta los 11 billones de euros, y en España se han multiplicado por cinco hasta los 169.000 millones de euros, según Spainsif 2016. El mercado de bonos y fondos que solamente invierten en las empresas que tienen los requisitos más exigentes de responsabilidad social corporativa es cada vez mayor, y los inversores demandan que las empresas tomen más medidas en aspectos medioambientales, de derechos laborales y respeto a los derechos humanos.
Es por ello por lo que, hoy en día, permanecer en los rankings de Responsabilidad Corporativa es cada vez más difícil. Ya no basta con cumplir una serie de requisitos básicos, sino que cada vez los índices llevan a cabo un seguimiento más detallado de acciones específicas por parte de las empresas.
Además, la competencia es muy importante. En 2017, una cifra récord de 942 empresas han participado en el RobecoSAM Corporate Sustainability Assessment (CSA), la encuesta líder en este campo. Esto supone un aumento del 8,7% sobre la participación de 2016. Este cuestionario se envía a las mayores empresas del mundo y lleva publicándose desde hace 19 años.
El Dow Jones Sustainability Index es uno de los principales índices a la hora de valorar la calidad y compromiso social de las empresas e incluye a aquellas que acreditan un mejor posicionamiento en el cumplimiento de los criterios de sostenibilidad y responsabilidad corporativa.
Las empresas españolas están bien posicionadas en estos índices. Gas Natural Fenosa lidera el segmento de Gas Utilities del Dow Jones, en un sector especialmente competitivo, así como en otros índices de sostenibilidad como el FTSE4Good, en el que está desde 2001. Inditex se posiciona como empresa líder en Retailing (Comercio Minorista) y Red Electrica en el segmento Utilities (Eléctricas), mientras Amadeus se posiciona como líder en Software y Servicios.
Para las empresas, invertir en mejorar sus procesos y respetar el medioambiente y los derechos sociales es rentable, y para los inversores también. Se estima que los fondos SRI (socially responsible investment) generan una rentabilidad media superior a los fondos generales. Según Bloomberg y MarketWatch, desde 1990 hasta 2016, el índice de responsabilidad social (MSCI KLD 400) ha dado una rentabilidad media anual del 10,46% comparado con el S&P 500 de 9,93% anual.
No solo es rentable económicamente en cuanto a comportamiento bursátil. Cada día hay más fondos de inversión de renta fija que ponen condiciones de sostenibilidad en sus decisiones de inversión. Se estima que las empresas líderes en los índices de sostenibilidad también se financian en los mercados de bonos a tipos inferiores a la media de sus sectores, y con mayor demanda en sus emisiones de instrumentos de deuda e híbridos.
No es una casualidad. Los inversores saben que invertir en empresas con un alto cumplimiento en responsabilidad social reduce de manera significativa el riesgo, mientras que un simple análisis de los líderes del índice Dow Jones nos muestra que las empresas que lo componen también gozan de mejores márgenes y mayor fidelidad de clientes.
A medida que estos índices se hacen más populares, se hace más difícil acceder a los puestos de liderazgo, y la competencia es feroz. Una gran multinacional no se puede permitir no estar en los rankings, y sabe que los inversores lo valoran de manera creciente. Por ello la inversión en aspectos sociales y medioambientales crece a doble dígito anual. Ello hace que la sociedad se beneficie y todos, desde los inversores hasta las empresas, vean un beneficio con efecto multiplicador evidente. Que la competencia sea cada vez mayor es una buena noticia para todos. Que las empresas españolas estén entre las mejores, también.
Daniel Lacalle
Economista Jefe