¿Será más débil la actividad de la Unión Europea?

Tras otra semana más en la que los inversores no terminan de reponerse del todo de un octubre negro, los mercados siguen pendientes de más desafíos de los que todos creíamos que tendríamos que afrontar hace solo un año.

Para empezar, un escenario macroeconómico más débil de lo esperado, donde solo EE.UU. está siendo capaz de desviarse de la tendencia general. Ya no solo la revisión a la baja de las expectativas de crecimiento de la Comisión Europea, sino la razón da buena cuenta de qué está pasando hoy por hoy, una suma de economía y política. Dicen en Bruselas que la actividad de la UE va a ser más débil por culpa del brexit, de la política monetaria de la Reserva Federal y de la política sin apellido propiamente europea (aunque prefieren llamarlo algo así como problemática fiscal).

Dejando el brexit y a nuestros sabios dirigentes para comentar mañana, la reunión del jueves de la Fed ha venido a decir que a no ser que se declare una guerra, en diciembre toca la cuarta subida de tipos, que para eso la economía norteamericana lo puede soportar. Es más, la lectura de la inflación de la producción correspondiente a octubre demuestra que, sin ser una maravilla, efectivamente hay presión en precios en EE.UU., y lo que es más importante, sin contar con el incremento de los costes de la energía.

Precisamente del mundo de la energía hay novedades. Las dudas que está generando la ralentización global, en suma con una oferta de petróleo que no termina de ponerse de acuerdo, son los dos factores que han presionado tanto a la baja el precio del crudo, aunque bien es cierto que en esto de las materias primas nunca se sabe bien. Y debe de ser por esto por lo que Arabia Saudí ha decidido pegar un recorte de medio millón de barriles a la producción de forma unilateral, pero tampoco aquí terminamos nunca de saber lo que realmente hay detrás.

Para terminar, tan solo elevar a los cielos del comercio mundial a Alibaba por haber convertido la fiebre consumista de los estadounidenses en un nuevo patrón de conducta de la China comunista, que con la celebración este fin de semana del Día del Soltero ha vuelto a demostrar que la industria sí, pero el consumo no ha perdido tanto fuelle.

Buen día.