Se acabó septiembre, empieza octubre.
El trimestre cambia, pero todo sigue igual. Creo que si echamos la vista atrás doce meses, nos encontraríamos hablando de cosas muy similares a las que tratamos hoy. Comenzando pues este último cuarto, es inevitable acordarse del que vivimos en 2018, confiando en que no se parezcan en nada. Pero lo único que se necesitó en aquel momento para que se desatase la tormenta perfecta fue un cambio en el sentimiento y, actualmente, tenemos sentimientos de todo tipo. Eso sí, un año haciendo callo quizá nos haya hecho ya inmunes a estos conflictos que se sientan en la mesa con nosotros todos los días.
Donald Trump busca fuera de sus fronteras los amigos que le faltan dentro de ellas. Las relaciones actuales con China son (vamos a llamarlas) constructivas, y las reuniones entre ambos ejecutivos seguirán sucediéndose. Hace días que sabemos que, al parecer, China está comprando más productos agrícolas americanos. Ahora en Washington no parecen estar preparando nuevas sanciones, pues ante el rumor de una posible prohibición de cotizar en parqués yanquis para las compañías chinas, funcionarios de primer nivel como Peter Navarro se apresuraron a desmentir tal extremo. Bonito regalo de 70 cumpleaños para el país asiático.
Y es que bastantes trapos sucios tiene Trump que limpiar en su propia casa. El proceso de impeachment continúa su curso y tiene novedades: ya no solo se trata de que el presidente utilizase su fuerza diplomática para perjudicar a rivales políticos, sino que su secretario de Estado, Mike Pompeo, también estaría involucrado. Y las malas lenguas dicen que no es la primera vez que utiliza estas artimañas.
Despegando del JFK y aterrizando en Heathrow, Boris Johnson no tiene grandes novedades para nosotros. Aunque continúa intentándolo, la llegada a un acuerdo con la Unión Europea es cada día más improbable, con la ciudadanía y sus colegas políticos comenzando a ponerse nerviosos. Sus pretensiones no son, ni de lejos, aceptables por parte de Bruselas. ¿Huele a elecciones?
En España, también tenemos nuestras cositas. Con la facilidad que tienen los partidos políticos para cambiar su nombre y crear coaliciones electorales vamos a llegar al 10 de noviembre sin saber a quién estamos votando: que si Unidas Podemos (yo ya lo escribiría como Unid@s, por evitar fallos), que si Más País (pero sin el “país”, que somos un estado plurinacional), y que si España Suma (no sé muy bien a lo que se refiere, pero debemos de sumar de todo menos escaños en esta legislatura fallida…). En fin, suerte que crecemos al 0,4% trimestral, que aunque es una décima menos que en el período anterior, es un buen dato comparado con nuestros vecinos.
Antes de despedirme cabe destacar que el banco central de Australia decidió ayer recortar sus tipos de interés de referencia en 25 puntos básicos y dejarlos en el 0,75%. En las antípodas llevan 28 años sin sufrir una recesión y parecen dispuestos a seguir aumentando su récord.
Buen día.
Llámanos 
