Preocupa la debilidad del dólar

Es bien sabido por todos cómo funciona esto de los mercados financieros: «compra el rumor, vende la noticia», «la sorpresa en el dato es más importante que el dato en sí», o el clásico dicho keynesiano «el mercado puede permanecer irracional más tiempo que tú solvente». Pero por mucho que tiremos de refranero, seguimos sin entender el porqué de muchas de las maneras de pensar en el parqué.

Si antes lo que nos preocupaba era la fortaleza del dólar, ahora lo que nos preocupa es su debilidad y, por ende, la fortaleza del euro. Por eso ayer las bolsas de la región fueron las más penalizadas a nivel global. Por eso y por el miedo a que una moneda única muy fuerte ralentice el ritmo de buenos datos macro de la región —ayer tocó PMI alemán y europeo, ambos con lecturas holgadamente superiores a su estimación y dato anterior—.

Pero hay otro factor que preocupa a los mercados más allá del estrictamente monetario, y lleva nombre y apellido: Donald Trump. Si algo sabemos es que la incertidumbre es mala compañera de los mercados financieros, y eso es precisamente lo que está consiguiendo el presidente norteamericano al proponer acabar con NAFTA, el famoso tratado de libre comercio entre EEUU, Canadá y México. Pero no acaba aquí la cosa. Ahora, al magnate inmobiliario por excelencia del muy entrecomillado «país de las oportunidades» —si no eres latino, musulmán o negro— le preocupa no obtener financiación para levantar el, casi olvidado, muro con México; hasta el punto de poder volver a hacer popular el famoso shutdown que ya vivimos en octubre de 2013.

El hecho es que, a pesar de estar disfrutando de un año, y por ende, un verano, relativamente tranquilo, empiezan a sonar campanas a lo lejos que pueden alertar de lo que podría ser un final de año, cuando menos, movidito —recordemos que de hoy en cuatro meses estaremos preparando la cena de Nochebuena—.

Buen día.
 

Pablo Nortes Planas
Dirección de Inversiones