En el actual contexto económico marcado por la incertidumbre sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones en España, invertir en planes de pensiones emerge como una buena solución para quienes buscan complementar sus ingresos tras la jubilación. Estos planes, orientados a largo plazo, ofrecen ventajas fiscales y una variedad de opciones de inversión adaptables a diferentes perfiles de riesgo. Sin embargo, conviene analizar si siguen siendo la mejor alternativa frente a otros productos financieros, como los bonos o los fondos de inversión, que también pueden ofrecer soluciones de ahorro.
La principal ventaja de invertir en planes de pensiones es su beneficio fiscal. Las aportaciones realizadas reducen la base imponible del IRPF, lo que rebaja la factura fiscal, aunque con un límite anual de 1.500 euros. Esta reducción es menor que en años anteriores, pero sigue siendo un incentivo interesante para personas con rentas medias o altas. Además, los planes de pensiones permiten traspasar derechos consolidados entre diferentes planes sin coste fiscal, una ventaja que facilita la adaptación de la inversión a diferentes perfiles y ciclos de mercado.
Salvo en casos excepcionales, un plan de pensiones no se puede rescatar hasta la jubilación. Cuando se rescata el plan, las prestaciones recibidas, bien en forma de capital, de renta o mixta se consideran rendimientos del trabajo y tributan al tipo marginal del IRPF, lo cual puede generar una carga fiscal significativa si el rescate se realiza de una sola vez. Este aspecto hace necesario planificar cuidadosamente la forma en que se dispondrá del capital acumulado.
A partir de enero de 2025 los planes de pensiones en España incorporarán una importante novedad: la posibilidad de rescatar aportaciones con al menos diez años de antigüedad. Esto permitirá mayor flexibilidad, ya que cada año se podrá disponer de los fondos acumulados en aportaciones que cumplan ese plazo sin necesidad de esperar hasta la jubilación. Este cambio busca mejorar la accesibilidad de los planes de pensiones, haciéndolos más atractivos en cuanto a sus opciones de liquidez, en un contexto de limitación de las aportaciones deducibles.
Un bono a diez años con una rentabilidad del 3% podría ser una opción atractiva. Sin embargo, el bono carece de las ventajas fiscales que ofrece un plan de pensiones y no permite una gestión activa a lo largo del tiempo. Con un bono, el capital queda inmovilizado, renunciando a la posibilidad de diversificación y rentabilidad que ofrecen los planes de pensiones y la oportunidad de ajustar la cartera según las condiciones de mercado.
Por otro lado, los fondos de inversión también pueden ser una opción interesante, aunque no ofrecen los beneficios fiscales de los planes de pensiones. Tienen una ventaja importante en términos de liquidez y también —como los planes— son traspasables sin peaje fiscal.
En este sentido, no se trata de elegir entre un producto u otro, sino de combinar adecuadamente los distintos vehículos de inversión para crear una estrategia de ahorro, inversión y planificación fiscal eficiente a largo plazo.
Una tendencia creciente en el ámbito de los planes de pensiones es la inversión sostenible. Estos planes no solo consideran criterios financieros, sino que también integran principios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) en la selección de activos. Así, responden a la demanda de los inversores que buscan contribuir a la sostenibilidad del planeta mientras generan rentabilidad. A largo plazo, la sostenibilidad y la rentabilidad no solo son compatibles, sino que, de hecho, pueden fortalecerse mutuamente, ofreciendo una inversión orientada tanto al beneficio económico como a un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
Los planes de pensiones siguen siendo una herramienta relevante para la planificación de la jubilación, especialmente cuando se combinan con otros productos de ahorro e inversión. Aunque las limitaciones fiscales y de liquidez deben ser consideradas, las ventajas a largo plazo, junto con la reciente flexibilidad en los rescates y el impulso a la sostenibilidad refuerzan su papel en cualquier estrategia de inversión orientada a la jubilación. Además, fomentar una disciplina de ahorro es fundamental para asegurar una estabilidad financiera en el futuro. La constancia en las aportaciones permite acumular un patrimonio que, con el tiempo, se convierte en un complemento sólido para la pensión pública, ayudando a mitigar los efectos de la inflación y otros factores económicos a lo largo de los años.
Estos son los dos planes de pensiones mixtos de Tressis, diseñados para combinar renta fija y variable con un enfoque responsable:
En definitiva, invertir en planes de pensiones es una muy buena decisión. Si desea recibir más información sobre nuestros planes de pensiones responsables, contacte con su asesor o déjenos sus datos y nos pondremos en contacto con usted.