El mercado vuelve a preocuparse por la inflación tras unos días de calma y eso que únicamente dos miembros de la Fed se mostraron inquietos por el incremento en los precios durante su última reunión. Sin embargo, esta se celebró antes del anuncio de los datos de desempleo del mes de enero, que reflejaron un aumento de los salarios y una tasa de desempleo del 4,1%, y de las últimas caídas de las bolsas mundiales.
Los mercados se lo tomaron mal y hubo nuevas correcciones en Wall Street. Nada alarmante, pero sí sorprendente, teniendo en cuenta que según la propia Fed el crecimiento durante 2018 será superior a sus estimaciones iniciales y que las condiciones del mercado laboral mantendrán su aceleración durante este año. ¿El motivo? Seguramente fuera el repunte del treasury hasta rozar el 3%, cifra en la que ya empieza a atraer parte del capital invertido en renta variable y a ajustar las valoraciones de los beneficios futuros de las compañías. A esto se unía la caída de las ventas de las viviendas de segunda mano, provocando que el sector inmobiliario sea el más bajista en lo que va de año.
Por su parte, los indicadores PMI manufactureros y de servicios de Alemania y Francia han registrado descensos respecto a enero, pero siguen subiendo con fuerte ritmo. De hecho, anticipan el mayor crecimiento de la región en más de una década. Seguramente lo más importante de estos datos sea que el aumento del empleo en el sector servicios siguió situándose en máximos de la última década, mientras que la expansión de las plantillas en el manufacturero, a pesar de retroceder, se sitúa cerca de máximos de los últimos veinte años.
Durante el día de hoy tendremos pocas novedades desde el terreno empresarial, pero en la vertiente macroeconómica los IPC de Francia e Italia podrían traer nuevos movimientos en los mercados de renta fija.
Buen día.
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