Miedo ante una temida recesión

Tras un fin de semana largo, los índices bursátiles en Wall Street cerraban con sólidos avances dando al mercado un cierto respiro respecto a lo que veníamos acostumbrados desde la semana pasada y cerrar el viernes su semana más bajista desde 2020: el Dow Jones +2,15% superando los 30.500 puntos, el S&P 500 +2,45% hasta los 3.764,79 puntos y el tecnológico Nasdaq +2,51% hasta los 11.069,30 puntos. Por su parte, en Europa los principales índices cerraban en verde salvo nuestro selectivo español que retrocedía un 0,61% arrastrado por las eléctricas tras el aviso del gobierno de elevar en 10 puntos el impuesto sobre sociedades para las eléctricas.

El temor de los inversores a que los bancos centrales no se vean capaces de controlar la inflación y, por ello, lleven a cabo políticas más restrictivas con una rápida retirada de estímulos monetarios provocó ventas masivas en todas las bolsas mundiales la semana pasada. Y es que nos encontramos en un contexto en el que ya no es el escenario de estanflación lo que se teme, sino que pueda ocurrir una temida recesión. Sin ir más lejos, Goldman Sachs eleva hasta un 30% la posibilidad de que la economía americana entre en una recesión el próximo año, frente a su anterior previsión del 15%. Por su parte, estrategas de Morgan Stanley consideran que las acciones aún tienen que descontar por completo el riesgo de una recesión. Mientras, estaremos pendientes de las comparecencias de Jerome Powell ante el Senado y el Congreso que se celebrarán entre hoy y mañana y que podrían dar más pistas sobre las próximas subidas de los tipos de interés.

En cuanto a los mercados de deuda, ayer vivimos una jornada relativamente tranquila, con menos volumen en comparación con la semana pasada y altos niveles de volatilidad: el bono estadounidense a 10 años ofrece un rendimiento del 3,283%; el bono español a 10 años en cotas del 2,838%; el bono italiano a 10 años daba un rendimiento del 3,677% y el Bund en el 1,764%. Habrá que seguir de cerca los mensajes que el BCE vaya transmitiendo en relación con la famosa herramienta que está trabajando para evitar la fragmentación financiera de la eurozona si se dispara el riesgo de la deuda de algunos países.

Se ha publicado esta mañana el dato de la inflación británica, que alcanzó el 9,1% interanual en mayo, marcando un nuevo máximo de 40 años. Las previsiones del BoE apuntan a que la inflación podría superar el 11% a finales de año, manteniendo la presión para seguir subiendo tipos.

Feliz miércoles.