Buenos días.
Libres de conflictos internacionales o de otros shocks externos, los mercados están pudiendo disfrutar de la calma y fijar su atención en el desarrollo de la actividad económica, si bien un ojo sigue puesto en los distintos rumbos que los principales bancos centrales están tomando en materia de política monetaria.
Empezamos por Europa, que para eso está siendo portada de forma continuada. Efecto de Ucrania, del freno experimentado por sus socios comerciales o de la propia desaceleración de Alemania, el clima empresarial en aquel país, medido por el IFO, cae en septiembre a mínimos de 17 meses, concretamente hasta 104,7 y cada vez más lejos de los máximos de tres años alcanzados a lo largo de la primavera. Esta nueva decepción macroeconómica europea añade más presión si cabe al BCE, y en esas apareció ayer de nuevo Súper Mario para centrar toda la atención en su persona y palabras. El mensaje, continuista: se llevarán a cabo políticas monetarias no convencionales si los niveles de inflación suponen una amenaza para la zona euro, a pesar de lo cual, debe venir acompañado de acción política, o lo que es lo mismo, aplicar ya y de una vez por todas las reformas reclamadas y prometidas … sólo él sabrá si se trata de un mensaje para Francia e Italia.
Inmerso en su debate acerca de la conveniencia de endurecer o no la postura de la Fed, el calendario macro de EEUU nos dejó ayer unos números bastante brillantes en lo que al sector inmobiliario se refiere. La venta de vivienda nueva en agosto subió a la tasa más alta en seis años, además de pulverizar las previsiones, contrarrestando la debilidad relativa de otros indicadores del sector recientemente conocidos.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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