El mercado sigue colocando a los emergentes en el centro de la diana día tras día, pase lo que pase con el resto de activos.
Pero es que además del pavor que se ha desatado sobre ciertas divisas, que no todas, no ha sido el mejor momento para el bloque, en sentido amplio, en que Sudáfrica entre en recesión. No ha sido lo adecuado ni por el timing ni tampoco por ser uno de los países que más dudas levantan. Y para rematarlo, el PMI de servicios de Caixin de China ha vuelto a perder algo de terreno, armando de más argumentos a los «enemigos» de los emergentes.
No fue una sesión positiva en términos generales, pero ello no impidió que Amazon siga a Google en el club del billón (español) de dólares de capitalización, volviendo a demostrarle al mundo que el mercado, hoy por hoy, se debe a la tecnología que está cambiando nuestros hábitos y muy posiblemente el sistema productivo a no mucho tardar. Así que mientras ese momento llega, EE.UU. continúa redefiniendo sus relaciones comerciales, basadas muchas ellas en productos más físicos que intangibles. Como por ejemplo con Canadá, con la que parece que las conversaciones para integrarla en el nuevo NAFTA han vuelto, lo esperable al igual que con Europa, China o Japón.
Como con el miedo emergente, en el frente económico se mantiene la tendencia que indica que EE.UU. va bien y Europa ya no tanto. El ISM de manufacturas estadounidense así lo indica gracias a que el máximo en 14 años está apoyado en la bonanza de los nuevos pedidos, igual que la inflación de los precios industriales en la zona euro se sigue debiendo al incremento de los costes energéticos, no a factores de mejora de la actividad. Así que la Fed cogiendo un camino y el BCE, casi casi, el contrario.
Buen día.
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