La volatilidad en nivel de confort

Está todo el mercado a expensas de los datos de inflación norteamericana que se publican mañana, que siempre es mejor que estar alerta a lo que diga o haga el iluminado del mes.

Parece difícil que la reacción vaya a ser neutral ahora que la volatilidad se ha instalado en un nuevo y elevado nivel de confort. De lo que salga hay más probabilidad de eventos extremos, es decir, de seguir con arreones de rentabilidad si sale un dato elevado o, por el contrario, de asistir a una relativa normalización de los activos financieros si los IPC globales vuelven a decepcionar una (y van muchas) vez más.

Ya con algo más de calma en el cuerpo, salía publicado en Financial Times que el mercado está señalando a las aseguradoras como las verdaderas culpables de lo que ha sucedido en los últimos días. Para ser más exactos, a los programas de algoritmos que no han sido capaces de soportar un mercado movido. Otra vez más, se demuestra que hay inversores a lo largo de todas las regiones que han entrado en niveles de riesgo que no les corresponden, alimentando al monstruo, que cuando despierte…

Entre que llega la inflación y no, la Administración Trump sigue empeñada en un plan de infraestructuras en el que no cree nadie, menos aún una clase empresarial que ni de lejos quiere pagar la factura. Pero en el Reino Unido la subida del IPC sí se nota de verdad, y de ahí que el Banco de Inglaterra siga calentando motores con los anuncios no oficiales pero sí oficiosos de que el endurecimiento de la política monetaria va ser más rápido de lo previsto.

Hay que mirar hacia los indicadores económicos para comprender por qué los mercados han aguantado este repunte de riesgo, si bien también la OPEP está sabiendo aguantar el tirón del crecimiento mundial para mejorar sus expectativas de crecimiento de la demanda para este año ahora que el precio del barril ha sufrido la ola vendedora. Gran movimiento.

Buen día.