La tensión con China se incrementa

Que la pandemia mundial en la que vivimos no se ha gestionado perfectamente bien no es ningún descubrimiento, pero así lo tratan desde Estados Unidos.

La tensión con China se incrementa ante acusaciones de no haber comunicado y prevenido correctamente la aparición y expansión de este nuevo virus. Dado que en Francia han encontrado muestras de pacientes que en diciembre presentaban rastros de COVID-19 en su organismo (¡en Francia!), quizá sea verdad que la enfermedad estaba instalada en China antes de finales de diciembre y Washington tenga su parte de razón. Pero siendo ecuánimes en nuestras críticas, tampoco Estados Unidos adoptó medidas de prevención, ni se lo tomó realmente en serio hasta que llegaron al punto de que fallecen más de 1.000 votantes (discúlpenme la frivolidad, pero estoy convencida de que así lo ve Donald Trump) al día. Y no tengo claro si aun hoy se lo toman realmente en serio.

No sabemos si como represalia o si lo hubiese hecho igualmente, pero el presidente norteamericano, de paso, ha decidido que revisará el acuerdo comercial con Pekín. ¿Comercio? Si no podemos salir a consumir, ¿qué comercio va a haber? Más bien poco.

En Europa seguimos a vueltas con la sentencia del Tribunal Constitucional alemán que solicitaba que se justificasen las compras de activos enmarcadas en el programa de emergencia del BCE y, por extensión, del Bundesbank. El riesgo radica en que este tribunal declare que los reguladores monetarios no pueden comprar la deuda del Estado germano, lo que muy probablemente haría repuntar en cierta medida las rentabilidades exigidas al bund alemán y, por extensión, previsiblemente las de todas las referencias europeas.

Y para finalizar en tono doméstico, la situación es seria, pero permítanme que la trate con humor: en las calles de España hay más emoción que el día antes de la final del mundial de Sudáfrica en 2010. Una rivalidad sana entre provincias se palpa en el ambiente. ¿Quién pasará de fase? ¿Quién tendrá que conformarse con los paseos dos semanas más? Se producen situaciones curiosas, pues no todos vamos con nuestro corazón (como en el fútbol) y sí más bien con la cabeza. El caso es que si no vives en tu lugar de origen, por mucha morriña que tengas, lo que quieres es cuanto antes una buena cerveza en jarra congelada. En donde sea. Lo siento, Galicia, pero… ¡vamos Madrid!

Buen jueves.