Hoy es el primero de los grandes hitos que tenemos en los próximos días y que, de no cumplir con lo esperado, podrían dibujar un panorama muy distinto en los mercados financieros.
De la reunión del BCE no se espera ninguna novedad reseñable, lo que no quita que los inversores estén con todos los sentidos preparados ante cualquier cambio que se pudiera anunciar respecto al QE. Sin embargo, con todo el lío que hay montado en Europa entre brexit, Grecia, y los Holanda, Francia o Alemania, la prudencia parece la mejor compañera de viaje.
Ya vimos el año pasado que las encuestas necesitan afinar su poder predictivo, pero eso no impide que haya que seguirlas por lo que pudiera pasar. Y es que por vez primera en mucho tiempo hay un sondeo que baja a Le Pen del primer al segundo puesto en la primera vuelta en detrimento de Macron, mientras que otro confirma que la CDU de Merkel ganaría al SPD de Schulz. Y encima la producción industrial alemana despega, así que fiesta (contenida) en Europa.
Siguiente turno para la Reserva Federal con el mercado cotizando, ya sí al 100%, que el miércoles se vuelven a subir los tipos. El calendario de indicadores económicos nos otorgaba ayer el último argumento a favor al publicar ADP que en febrero incrementó el número de nóminas que procesa en casi 300.000, paso previo al informe mensual de empleo de mañana.
En este nuevo mundo de inflación quien tiene mucho que decir es China, que en calidad de fábrica del mundo, ejerce como un gran contribuidor a exportarla. Es por esto por lo que la fuerte subida de los precios de producción industrial, impulsados por demanda interna y externa, merece un alto para comentar que también allí la influencia de los costes energéticos es capital. De la misma manera, el menor crecimiento del IPC también debe ser explicado, en este caso apuntando como gran culpable al impacto del año nuevo chino.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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