La Casa Blanca saca la artillería

Trump contra el mundo, la Fed, para su desgracia, contra su propio mensaje, el FMI contra las esperanzas de crecimiento, Europa (siempre) contra sí misma…

Y todavía habrá a quien le sorprenda que el volumen de contratación sea bajo ahora y desde el inicio del año, pero es que la confianza en la solidez de este gran arranque de bolsa no es lo que parece.

La Casa Blanca ha decidido empezar a sacar la artillería contra la Unión Europea a cuenta del «problema» Boeing, amenazando no solo a Airbus, sino al conjunto de las exportaciones del bloque con destino a EE.UU. Esto, ahora, es lo que le faltaba a una Europa que no termina de recuperarse de una para meterse en la siguiente. Esta vez sí, han sido rápidos tapando la vía que se podía abrir en el comercio bilateral con China, alcanzando un acuerdo que todavía queda por ver en qué queda.

Por otro lado, convertido desde ya hace unos años en el único protector del crecimiento económico de Europa, el BCE tiene hoy una reunión en la que se espera que empiece a dar pistas sobre cómo paliar la sangría de tipos cero sobre los bancos. Armas no le quedan muchas, pero seguro que ahora el mercado recoge de muy buenas maneras todo lo que sea tratar de soportar la actividad de la zona euro.

Precisamente ayer el FMI se calzaba los guantes para recordarles a todos cuál es el estado de la economía global y las expectativas. Y como buen campeón, todo aquel que pasó por ahí salió escaldado con mención extraordinaria para Europa y los factores que ya salen de carrerilla: tensiones comerciales, normalización monetaria, China, riesgo político…

Por último solo queda hacer mención al brexit, que como si de una droga se tratara, sabes que te está matando pero no puedes dejar (de escribir en este caso). Reunión ayer, reunión hoy, reunión mañana y seguramente pasado mañana, pero aquí nada avanza. Lo único que salen sin parar son propuestas de todos los pelajes. Que si prórroga para junio o para 2020, que si algunos dicen «sí, pero», que si a otros les da igual cómo y cuándo salgan… En fin, eso, brexit is brexit.

Y hasta aquí he llegado. Abuso y aprovecho, con una línea escasa, para, después de cerca de seis años, despedirme de este comentario matinal con el que tanto he tenido la oportunidad de disfrutar y que ahora sí, dejo en las muy buenas manos de Jorge y Salomé. Todo un placer.

Buen día.