La cita del día era, sin lugar a dudas, la presentación del dato de ventas minoristas en Estados Unidos. El resultado, si bien era positivo, dejaba un sabor agridulce, pues la revisión a la baja de la lectura del mes anterior daba al traste con el avance publicado en el día de ayer. Este hecho, sin embargo, pareció ser obviado por muchos inversores, pues fue la excusa sobre la que se apoyaron los principales índices americanos para revertir las pérdidas que presentaban en ese momento, terminando incluso el Nasdaq Composite en positivo.
Creo que ya todos los lectores habituales de estas líneas son ampliamente conocedores de lo importante que es el consumo interno para el crecimiento de la economía de la primera potencia mundial, por lo que este tipo de datos es bien recibido por los mercados, pero no nos dejemos engañar: debemos leer entre líneas y, en este caso, ese ejercicio nos lleva a ser cautos. Veremos cómo evoluciona también el mercado laboral ahora que los más jóvenes se reincorporan a los colegios e institutos. Sería muy positivo que esto implicase el retorno a la búsqueda activa de trabajo de muchas de las personas que lo han abandonado desde el inicio de la pandemia, lo que podrá aliviar parte de la presión a la que se enfrentan las compañías por la escasez de trabajadores.
En otras latitudes, Xi Jinping no se esperaba el elefante en la cacharrería que es hoy Evergrande cuando decidió dar un nuevo giro de tuerca comunista a su política. Al ya negativo comportamiento de los mercados de capitales chinos, afectados por las últimas decisiones intervencionistas sobre determinados sectores como la educación o los videojuegos, se suma ahora la preocupación por la viabilidad de Evergrande que, aunque afectaría a sus acreedores y accionistas que son mayoritariamente nacionales, no dejaría de aumentar, muy probablemente, el recelo hacia invertir en el país. Y todo esto mientras en Macao siguen temblando.
La semana que viene todo girará en torno a la reunión de la Reserva Federal, de la que se esperan si no actos inminentes, el anuncio de alguna medida a aplicar en un plazo corto de tiempo. El código ético de la organización estará, seguramente, también en boca de todos tras conocerse que algunos de los colegas de Powell en el comité federal de mercado abierto (FOMC), y presidentes estatales del organismo, tenían participaciones millonarias en los mercados de capitales, con el consiguiente conflicto de interés.
Buen fin de semana.
Llámanos 
