Europa tiene deberes que hacer

Se termina la primera mitad del año y con ello se demuestra que han sido más bien muchos los acertantes que no se llevan ni el reintegro. La renta fija se ha comportado peor que lo que esperaba, si bien cabía esperar un movimiento como los sucedidos, aunque quizás mas pausado. Pero ha sido sobre todo la bolsa, con números rojos de los que solo se salvan las grandes tecnológicas norteamericanas, la gran sorpresa negativa.

No cabe echar las culpas sobre el riesgo político esta vez como sí lo ha merecido en otras ocasiones. Pero esto no significa que sea inocente. Seguimos con Alemania y el alambre sobre el que se sostiene Merkel después de que la sección bávara de la CDU haya rechazado los planes migratorios de la canciller, dimisión de un ministro incluida. Esto en el bloque desarrollado, pues queda ver qué dirección elige tomar el mexicano López-Obrador, otro de los que ha ido suavizando su mensaje antitodo a medida que se iba acercando al poder.

La inflación sí ha sido un elemento muy a tener en cuenta en el comportamiento de los inversores, que además han demostrado que la consistencia del mercado no es tal. En EE.UU. el PCE refleja, con una subida hasta el 2,3%, que hay presiones en precios que llegan del lado de la demanda, solo que con menos potencia de lo que anticipaba el consenso meses atrás. Pero es Europa la que de verdad sobresale, pues aunque el IPC general marque ya un 2%, la subyacente, sin ayuda del petróleo, demuestra que aún queda mucho trabajo que hacer.

Desde el lado de la macroeconomía el panorama está fijo. Ni Europa ni Japón ni otros como China están al nivel al que empezaron el año, si bien se mantienen a unas tasas de crecimiento aceptables. Es EE.UU. quien vuelve a sostenerlo y son indicadores al alza como la confianza del consumidor de Michigan o el PMI de Chicago (ambos publicados el viernes) los que reflejan este comportamiento presente e inmediatamente futuro.

​Buen día​.