Declaración de guerra

Ya está aquí la guerra efectiva de tarifas, que de tanto hablar parecía que iba a quedar en una simple batalla dialéctica. Pero no, hoy día seis han entrado en vigor los primeros aranceles por valor de 34.000 millones de dólares de EE.UU. a productos chinos, que naturalmente están a la espera de aplicar una respuesta del tipo de lo que ha venido siendo hasta ahora. Es decir, mismo importe en dirección contraria.

Pasando por que esta escalada quede en mera táctica negociadora, está empezando a dar sus frutos por un mundo comercialmente competitivo, al menos en la relación de EE.UU. con la Unión Europea. Y es que de cumplirse lo que parece que persiguen autoridades y fabricantes, Europa podría levantar los aranceles a los coches norteamericanos, victoria no solo para la Casa Blanca, sino también para unos consumidores que no nos habíamos parado a pensar en esto hasta hace bien poco.

Si por el contrario, los distintos gobiernos pierden el control de la situación y llevan la guerra de tarifas más allá del punto de no retorno, entonces todos tenemos un problema. Así lo entienden también los miembros de la Reserva Federal según lo visto en las actas de la última reunión, en las que se puntualiza el miedo a que la inversión sufra un parón por este motivo. Por otro lado, en lo que respecta a la política monetaria, el FOMC parece decidido a seguir adelante con el programa de subidas de tipos de interés por más que el mercado o la amenaza de una guerra comercial puedan pedir un receso.

Buen fin de semana.