Se cumple uno de los pronósticos que menos necesita en estos momentos Europa, que no es otro que el caramelito envenenado que le ha caído a Angela Merkel. El resultado de las elecciones germanas no solo preocupa porque el antieuropeismo también campa a sus anchas por Alemania (especialmente por la oriental), sino porque, aunque los alemanes no son tan impulsivos como aquí los españoles, han elegido ponerle las cosas difíciles al futuro Gobierno.
No son los alemanes los únicos que han optado por esta vía, dado que además de lo que aquí estamos teniendo que vivir, el «presidente-vedette» Emmanuel Macron ya ha sufrido el primer revés electoral tan solo seis meses después de tomar el mando, demostrando que no solo los americanos tienen sus cosas a la hora de votar al presidente.
Esto contrasta con la situación económica del continente, idílica si nada más vemos lo que dice el PMI compuesto de toda la zona euro, que con la lectura preliminar de septiembre, vuelve hacia los máximos de primavera. La mejor forma de contrastarlo puede ser no ya el empleo, que también, sino los más de 60 puntos que ha registrado el PMI de manufacturas de la siempre sensata Alemania.
Un último apunte es que con este cóctel entre economía que funciona y política que ha perdido absolutamente el norte, va a ser interesante el juego de malabares del BCE para decir sí, no y todo lo contrario a la retirada de estímulos en un escenario de incertidumbre y confrontación.
En el Reino Unido lo de la política ha quedado meridianamente claro que tampoco calibra como pudiéramos creer. La «suerte» es que allí la economía no sigue su propio camino, sino que por culpa del brexit también está en la lanzadera, pero boca abajo. Los dos últimos ejemplos: tanto la confianza del sector financiero sigue cayendo mes a mes, como se publica, como Moody´s se ha curado en salud con la rebaja del rating crediticio de las islas. Las virtudes del voto dirán.
Por si teníamos poco, Shinzo Abe ha decidido hacer de Japón otro punto más sobre el que esperar en términos políticos, si bien es cierto que con menos dudas de primeras. Aprovechando la debilidad de sus oponentes y el apoyo que le brindan las provocaciones de Kim III, ha convocado elecciones generales acompañadas de un paquete de estímulos que ciertamente, no queda muy elegante hacer justo ahora.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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