And the winner is…

Si los inversores tuvieran voto en la gala de los Óscar, seguro que le otorgaban el de mejor película a la guerra comercial entre China y Estados Unidos, de la que, a pesar de no haber terminado de reproducirse en los cines, ya hay varias secuelas en camino.

Mientras, Trump recibiría el de mejor (peor) actor, por su capacidad para ejercer como superhéroe y de villano en la misma película.

De hecho, este fin de semana le ha dado por ejercer de su primer papel y ha anunciado la prórroga sobre la aplicación de aranceles a las importaciones chinas, que comenzaba el próximo 1 de marzo (subida del hasta el 25% desde el 10% actual), sin que se haya concretado una fecha límite a las nuevas negociaciones. Pero por ahora ha invitado a su casa de veraneo a Xi Jinping a jugar al golf, darse una chapuzón en las cálidas aguas del golfo de México y ya veremos si a cerrar de una vez por todas un acuerdo.

De existir el premio al guion menos original sería para el BCE. Por ahora la entidad va reduciendo las proyecciones de crecimiento del PIB y de los precios, pero no descarta aún subidas de tipos para este año. Sin embargo, esta historia ya la hemos visto antes y no tiene pinta de que Draghi cierre su mandato sorprendiendo a todos, es decir, subiendo los tipos de referencia. Ahora mismo, el mercado busca algún gesto sobre la refinanciación de los TLTRO que empiezan a vencer en marzo (97.850 millones de euros).

La banda sonora del año, los datos macroeconómicos europeos, continúan sin levantar los ánimos. Pero por suerte para todos, los resultados empresariales siguen presentando un tono positivo. Mejor en EE.UU. que en Europa, si bien aún queda buena parte de los europeos por publicarse.

De lo que no tenemos noticias es del brexit, que podría ser la gran revelación o la decepción del año en función del desenlace. Recordemos que la fecha del estreno es el 29 de marzo y aún no tenemos tráiler.

Buena semana.