Tras otra semana de números rojos, tanto para la renta variable como para la renta fija, el ánimo inversor ha vuelto a “miedo extremo” según el índice que elabora la CNN. Aunque sea un factor meramente estadístico, nos encontramos inmersos en septiembre, que históricamente ha supuesto un lastre para los mercados financieros. Sin embargo, la gran cuestión es: ¿ya hemos capeado el temporal y tan solo queda una llovizna por caer, o todavía puede haber mayores correcciones? Vayamos por partes:
En el caso de la renta fija, a inicio de año la cuantía de deuda que cotizaba con una rentabilidad negativa alcanzó los 11.3 trillones de dólares, mientras que en la actualidad tan solo lo hacen 1.9 trillones. Esto explica el impacto en el precio de los bonos dada la relación inversa que existe entre su cotización y los tipos de interés. De hecho, este último factor ha sido el gran detractor del papel público y privado: las tasas de equilibrio han pasado del 0% en Estados Unidos al 4,25% en apenas doce meses, a la vez que en Europa han pasado del -0,50% al 2%.
Por el lado de la renta variable, los beneficios han mostrado una gran resiliencia hasta la fecha y la gran duda que sobrevuela a los analistas son las guías que han ofrecido las compañías para los próximos trimestres. El elevado aumento de los costes, el poder de fijación de precios y la sostenibilidad de los márgenes de beneficios serán esenciales para el devenir de sus cotizaciones. Mientras tanto, los índices se encuentran cerca de los mínimos del ejercicio, lo que podría suponer un soporte para los próximos meses. El tiempo lo dirá.
Finalmente, tras haber echado la vista atrás, ahora toca hacerlo hacía adelante. Durante las próximas jornadas tendremos varias citas de calado en los mercados financieros como lo son el índice IFO alemán que será publicado hoy, a la vez que mañana verá la luz el de confianza del consumidor en Estados Unidos y el miércoles en Alemania. De cara al final de la semana, el viernes tendremos los datos de IPC adelantados del mes de septiembre de las principales economías de la eurozona y de la región en su conjunto, así como las cifras de ingresos y gastos personales en Estados Unidos, el conocido como PCE, que es la variable de precios más seguida por la Reserva Federal (Fed).
Feliz lunes.
Llámanos 
