Es Europa, la que siempre vuelve.
Como se dice, la política ha vuelto a juntar a extraños compañeros de cama que tienen en común el ánimo por recordar el lado más fácil de su trabajo. De ser cierto el borrador del acuerdo de Gobierno entre los dos polos ideológicos de Italia, toca sufrir. Y es que aunque parece que dejan atrás la intención de dinamitar el euro, sí quieren redefinir las reglas, el anhelo de todo populista irresponsable que se precie. Aunque sabiendo que esto casi es imposible, lo que el mercado está penalizando son las intenciones de no pagar toda la deuda italiana en manos del BCE. Es decir, otra vez a vueltas con los más listos de la clase, que de pequeños no aprendieron que las deudas se pagan. Siempre.
A los inversores todo lo que les huela a Europa y populismo barato les produce una urticaria muy comprensible, que se traduce en pérdida de valor de los activos. La deuda de Italia cayó como tenía que caer, llevándose en el trayecto a sus compañeros de la periferia. Y por si fuera poco con los bonos, también el euro está sufriendo en sus carnes esta nueva entrega de riesgo político europeo.
Claro que decir que la moneda común solo sufre por culpa de los que supuestamente tienen que solucionar los problemas y casi siempre hacen lo contrario no sería justo. Ayer mismo se publicaron las lecturas del IPC de abril en la zona euro y Alemania. Y las noticias no son buenas. En el caso alemán los precios al menos se mantienen, pero en el comunitario caen a niveles de 2016. Así que si la inflación no está y encima los indicadores económicos dicen que Europa está pasando por un bache, más una gran pizca de problemas en Italia, pues el euro se va a donde se tiene que ir.
Aquí tocaría decir que la deuda de EE.UU. debería estar ejerciendo como refugio de todos aquellos que no quieren nada con una Europa abocada a repetir sus errores por lo siglos de los siglos. Pero no es así, porque ayer mismo la rentabilidad de los treasuries volvió a incrementarse, con el dos años camino del 2,6%, el bono a cinco cerca del 3% y la referencia a diez años en nada más y nada menos que el 3,1%. Será, pues, cosa de la inflación.
Buen día.