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22/05/2023 AUTOR: Jorge González Morning meeting

Turbulencias en EE.UU.

Taxi del Air Force One en un aeropuerto

La semana pasada se cerró con sólidas ganancias, con el índice S&P 500 rompiendo por momentos el nivel de 4200 por primera vez desde finales de agosto. El catalizador de los avances de la semana pareció ser un cambio notable en el tono en torno a las negociaciones sobre el techo de la deuda. Después de una reunión el miércoles en la Casa Blanca, el presidente Joe Biden declaró que confiaba en que no habrá incumplimiento, mientras que el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, calificó el acuerdo como «factible» y el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, declaró que el único camino a seguir era a través de un acuerdo bipartidista. Sin embargo, las acciones parecieron vacilar un poco el viernes, después de que los negociadores republicanos anunciaron que habían decidido «hacer una pausa» en las discusiones. El presidente Biden viajó a Japón para la reunión de líderes del G-7 sin dejar el asunto cerrado, pero aprovechó el viaje de vuelta para llamar al portavoz de los republicanos.

 

El líder republicano dijo que él y el presidente tuvieron una llamada «productiva», volviendo a una perspectiva más optimista sobre las conversaciones que han oscilado entre el progreso y la ruptura durante días. McCarthy enfatizó en comentarios a los periodistas del Capitolio de Estados Unidos que las dos partes aún no han alcanzado un acuerdo a pesar de que el país se acerca a un incumplimiento catastrófico que podría llegar tan pronto como el 1 de junio. Por si las moscas, los inversores parece que aprovecharon la sesión del viernes para prepararse de cara a una mayor volatilidad en los mercados esta semana mientras las dos partes buscan el acuerdo.

 

También ayer, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo que las posibilidades de que Estados Unidos pueda hacer frente a todas sus cuentas a mediados de junio son «bastante bajas». Yellen subrayó la urgencia de la situación, diciendo que hay pagos sustanciales y que el acuerdo debe llegar antes de dicha fecha. El actual enfrentamiento sobre el techo de la deuda está ejerciendo mucha presión sobre la economía estadounidense, que ya de por sí se encontraba en una situación vulnerable después del endurecimiento de la política monetaria del último año y la crisis de los bancos regionales.

 

Gran parte de los datos económicos de la semana estuvieron en línea con las expectativas de consenso, pero los inversores parecieron reaccionar a algunas sorpresas destacadas. Por ejemplo, a la mejora de la confianza del consumidor del Reino Unido. El sentimiento se ha recuperado, pero su nivel absoluto se mantuvo deprimido en comparación con las series históricas. La mejora se debió principalmente a las perspectivas de una situación financiera futura menos negativa. Además, otros puntos, como la compra de artículos y la situación económica, fueron ligeramente menos negativos que el mes anterior.

 

Pero los datos que siguen captando toda la atención son los de empleo e inflación. Dada la intención declarada de la Reserva Federal de enfriar el mercado laboral para reducir la inflación, los inversores tal vez estaban preparados para reaccionar negativamente a algunos comentarios agresivos del presidente de la Fed, Jerome Powell, el viernes. Antes de la conferencia de la Fed enfatizó que la inflación seguía siendo demasiado alta y que los gobernadores estaban decididos a devolverla a su objetivo del 2%. Sin embargo, Powell también afirmó que el endurecimiento de las condiciones crediticias tras las recientes turbulencias bancarias significaba que no tendrían que aumentar los tipos tanto como en otras ocasiones para lograr los objetivos.

 

Los rendimientos de los bonos soberanos europeos subieron en medio de una creciente confianza en la economía europea y un posible avance en las negociaciones sobre el techo de la deuda de Estados Unidos. El rendimiento del bono alemán a diez años subió hasta el 2,5%, su nivel más alto en más de tres semanas. En el Reino Unido, el rendimiento de la referencia a diez años superó el 4%, ya que los responsables insinuaron que podría producirse un mayor ajuste monetario si las presiones inflacionistas no se moderan. Por su parte, el Treasury se situaba en el 3,67%.

 

En el mercado de bonos corporativos con grado de inversión, la emisión primaria estuvo notablemente por encima de las expectativas semanales: una nueva emisión de Pfizer marcó la cuarta más grande registrada. Por el contrario, el mercado de alto rendimiento registró volúmenes algo bajos a lo largo de la semana, pero se anunciaron varios acuerdos de nuevas emisiones toda vez que la temporada de resultados iba perdiendo comba y las compañías buscaban cerrar su financiación antes de la fiesta del Día de los Caídos del lunes que viene, momento a partir del cual empezará a disminuir la liquidez del mercado.

 

En Asia, el gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, reafirmó que el banco central está comprometido a mantener pacientemente su postura de política monetaria ultraflexible y citó los riesgos de una desaceleración de la economía mundial y la incertidumbre sobre si el crecimiento salarial se mantendrá. Dijo que el coste de cambiar prematuramente la política es extremadamente alto, mientras que el coste de esperar para garantizar que la inflación sea sostenible en el 2% es menor. Por lo que todo apunta a que Ueda no va a cambiar la política en el corto plazo.

 

Además, el viernes, el yuan chino se depreció al ritmo más rápido en casi tres meses después de que el PBOC (Banco Popular de China) redujera su tasa de paridad central por debajo de 7 renminbis por dólar por primera vez desde diciembre. Las señales de desaceleración del crecimiento en China y el aumento del dólar estadounidense impulsado por las esperanzas de que el gobierno de Estados Unidos eleve su techo de deuda a tiempo para evitar un incumplimiento han presionado a la moneda local. También hay que tener en cuenta que el Banco Popular de China inyectó 125.000 millones de renminbis en el sistema bancario a través de su línea de crédito a medio plazo a un año. Asimismo, los datos oficiales que conocimos durante la semana mostraron que la producción industrial, las ventas minoristas y la inversión en activos fijos crecieron a un ritmo más débil de lo esperado en abril respecto al año anterior. El desempleo cayó al 5,2% en abril desde el 5,3% de marzo, pero el desempleo juvenil saltó a un récord del 20,4%, lo que aumenta la preocupación de que la recuperación posterior a la pandemia no sea lo suficientemente fuerte como para atraer talento. Los inversores encontraron las últimas cifras decepcionantes, aunque los datos se veían impulsados por la comparación frente al año anterior, cuando China todavía estaba bajo confinamiento. La nota positiva venía del mercado inmobiliario, donde los precios de las casas nuevas en setenta de las mayores ciudades de China subieron un 0,4% en abril en el cuarto aumento mensual consecutivo, pero se desaceleraron desde el crecimiento del 0,5% de marzo. La desaceleración intermensual de los precios de las viviendas se produjo después de que los datos a principios de semana mostraran que la inversión y las ventas de propiedades habían caído bruscamente en abril, lo que se sumó a las preocupaciones sobre un sector clave para la salud económica de China.

 

Hoy el foco estará situado en las negociaciones del techo de deuda.

 

Buena semana.

 

Jorge González Gómez
Director de Análisis
 



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