La tranquilidad está sobrevalorada, mucho mejor darle “sabor a la vida”.
Es evidente que Donald Trump es fiel seguidor de la versión española de Masterchef, pues lo que dijo ayer es digno de dicha frase. Todo el consenso se encontraba confiado en que la firma de la primera fase del acuerdo comercial se haría antes del 15 de diciembre, que no habría más aranceles a China y que, previsiblemente, las afrentas en materia comercial con otros países del mundo vivirían una tregua durante la campaña presidencial. Pues bien: nada más lejos de la realidad. Resulta que, quizá, la rúbrica se posponga hasta después de las elecciones norteamericanas, es decir, nada más y nada menos que un año. Y no solo eso, sino que Brasil, Argentina y Francia son los nuevos objetivos, a los que se podrían unir algunos más.
En fin, el viaje de Washington a Londres dura unas nueve horas y en el Air Force One no debe de haber suficientes elementos de entretenimiento, pero sí wifi, así que Donald se dedicó a tuitear. Cuando llegó a la capital británica mantuvo una reunión con Macron en la que trataron sendas visiones del estado actual de la OTAN. Mientras el mandatario estadounidense espera que los países miembros cumplan con su compromiso de aportación, el galo espera que la Alianza establezca un rumbo y una estrategia clara, que considera no existe actualmente.
A nivel bursátil, la jornada, si bien empezó en números verdes, giró a la baja con esta nueva información. Los principales índices europeos cerraron en negativo igual que los americanos, tendencia que también siguieron en Asia esta madrugada.
Hoy el protagonismo estará en la publicación de los índices de actividad del sector servicios, especialmente importantes tras los malos datos de sus homólogos manufactureros y, sobre todo, por la mayor relevancia del sector terciario en las economías desarrolladas.
Buen día.