Con el acuerdo del techo de deuda ya cerrado ahora tenemos el foco puesto en la próxima reunión de la Fed (14 de junio). No salimos de una y ya estamos buscando el siguiente evento que marque el rumbo de los mercados. Y eso que se supone que la próxima reunión del organismo monetario será de transición y solo debemos esperar la actualización de sus previsiones económicas y de inflación. Pero uno ya no sabe qué esperar. Por lo pronto, el viernes conocimos unos datos de empleo muy buenos, que podrían hacer cambiar de opinión a más de uno de los miembros de la Reserva Federal.
Con todo, los mercados americanos cerraron la semana con sólidas ganancias. El índice S&P 500 llegó a tocar su nivel más alto intradía desde mediados de agosto de 2022. Por su parte, el índice Nasdaq Composite registró su sexta ganancia semanal consecutiva y alcanzó su mejor nivel desde mediados de abril de 2022. Además, en contraste con las últimas semanas, el repunte fue generalizado, con fuertes ganancias tanto en acciones de valor como de crecimiento, así como en acciones de pequeña capitalización. Viviendo un magnífico cierre de semana.
Y es que el informe de nóminas no agrícolas del viernes también sorprendió al alza, pero los detalles en el informe parecían sugerir que el mercado laboral podría estar enfriándose. Las empresas crearon 339.000 empleos en mayo, una cifra muy por encima de las expectativas de consenso de alrededor de 190.000. Pero la tasa de desempleo, estimada por encuestas de hogares, también sorprendió al aumentar hasta 3,7% desde 3,4%. Sugiriendo un mercado laboral más difícil para los trabajadores, el Departamento de Trabajo informó que el número de personas que pierden su empleo o terminan sus empleos temporales aumentó significativamente en mayo y alcanzó su nivel más alto desde febrero de 2022. Pero nuevamente una nota positiva (o más bien neutra): el número de desempleados de larga duración se mantuvo relativamente constante.
Por su parte, las alentadoras señales de menor inflación que nos dejaban los ISM del jueves parecieron impulsar una disminución en los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a más largo plazo, mientras que el acuerdo de techo de deuda provocó una caída en el rendimiento de los bonos del Tesoro a un mes, del 6,02% intradía el viernes anterior al 5,28% al final de la semana.
Pero mientras eso sucedía en Estados Unidos, en Europa, a pesar del tirón del viernes, las rentabilidades semanales eran mínimas. Y eso que los datos de inflación del miércoles y jueves eran mucho más bajos de lo esperado. Sin embargo, siguen siendo elevados. En este caso, el mercado descuenta una subida de tipos por parte del BCE el jueves 15 y otras del Banco de Inglaterra el jueves 22. Sobre todo, tras las declaraciones de la presidenta Christine Lagarde en las que reiteró que la inflación seguía siendo demasiado alta y que «seguirá siéndolo durante demasiado tiempo». Agregó: «Por eso hemos subido los tipos a nuestro ritmo más rápido de la historia y hemos dejado claro que todavía tenemos terreno por cubrir para llevar los tipos de interés a niveles suficientemente restrictivos».
Pero todo esto sucedió la semana pasada. ¿Qué nos deparará esta? Seguro que tenemos algo por lo que preocuparnos o alegrarnos, pero en el terreno macro no habrá grandes novedades. ¿Tendremos una semana tranquila? Seguro que no.
Buen lunes.