La semana que viene la Reserva Federal seguro que sube los tipos a no ser que de aquí a entonces el mundo deje de ser mundo.
Parece que ni siquiera un informe mensual de empleo con muchas sombras será capaz de revertir una decisión ya tomada. Y es que aunque se han generado casi 140.000 empleos, la tendencia ha dejado de ser positiva. Primero porque no hay mucho más donde elegir cuando la tasa de desempleo alcanza mínimos de 16 años y segundo porque los salarios no crecen todo lo que de ellos se puede esperar.
Pero antes de esta reunión están las elecciones británicas de este jueves, tristemente marcadas por los ataques terroristas de Londres y Mánchester. En contra de lo que cabía pensar semanas atrás, Theresa May no las tiene todas consigo para ser la premier encargada de gestionar el brexit, una situación que poco a poco está deteriorando la actividad económica del Reino Unido. Poco o nada que ver con la zona euro, en la que los indicadores y las bolsas siguen en estado de gracia y sin ganas de querer terminar la fiesta. Al menos por ahora.
Para abrir esta semana China se ha encargado de hacerlo con una muy buena noticia, pues el PMI Caixin de servicios ha subido hasta casi 53 puntos. Es especialmente bueno porque a pesar de que el gigante aún no es una economía lo suficientemente desarrollada, y por lo tanto los servicios no copan tanto porcentaje de actividad, hay que recordar que la semana pasada las manufacturas volvieron a pisar terreno negativo. Así que una alegría que se apunta el rey de los emergentes, incapaz de contentar a sus «enemigos» en los mercados.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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