A los que vivimos ocho horas al día inmersos en el mundo financiero en vez de en el real, a veces nos sucede que andamos a pie cambiado. Lo cierto es que el año 2020 fue uno de los peores que se recuerdan en términos de actividad económica, de gente sin trabajo y, lo que era peor, sin optimismo en el futuro. Este 2021, si bien es evidente que tampoco es la panacea, sí está mejorando la situación de algunos de los que el año pasaron sufrieron con la pandemia, pues poco a poco se está recuperando cierto dinamismo de la economía. En el caso de los mercados, aun teniendo en cuenta las relevantes y rápidas caídas que vimos en febrero y marzo, no fue un mal año y, me atrevería a decir, que fue un año relativamente sencillo de gestionar. Este 2021, sin embargo, está siendo un rompecabezas.
La tendencia de las bolsas continúa siendo positiva, pero las rotaciones entre los distintos estilos de inversión son constantes y prácticamente imposibilitan las oportunidades de invertir tácticamente por lo rápido que aparecen y desaparecen. Esta semana está siendo dominada por los valores de crecimiento, que parecen estar viéndose beneficiados por el comportamiento más dovish de los bonos, estando el treasury americano en niveles del 1,58% (habiendo cotizado por encima del 1,7%) o el bono alemán en -0,20% (desde tasas superiores a -0,15%). Así, estos llevan unos días queriendo creer el mensaje oficial de la Reserva Federal, aunque en la misma ya hay voces discordantes que deslizan la necesidad de comenzar a comunicar con claridad a los mercados las actuaciones a seguir con el objetivo de evitar una sobrerreacción llegado el momento en el que se cambie dicha estrategia.
En cuanto al ámbito político, las relaciones entre China y Estados Unidos, si bien mantienen prácticamente los mismos reclamos por ambos lados, cambian completamente de tono con la nueva administración americana. Tras la conversación mantenida hace algunas semanas por ambos presidentes, ayer se ponían en contacto los representantes de comercio, dialogando en unos términos que veremos si son más efectivos que los usados por el ejecutivo liderado por Donald Trump.
Hoy conoceremos la segunda estimación del PIB correspondiente al primer trimestre del año de Estados Unidos, en el que no se esperan grandes cambios, así como las siempre relevantes peticiones de subsidio por desempleo.
Quiero contarles también, y ya termino, que a partir de ahora, muy probablemente, cuando quieran disfrutar del mítico rugido que iniciaba películas como las de James Bond, las de Rocky, “Ben-Hur” o, más actualmente, “Ha nacido una estrella”, todas ellas producidas por Metro Goldwyn Mayer, deberán conectarse a sus cuentas de Amazon Prime, pues la compañía de Jeff Bezos ha adquirido la audiovisual por algo más de 8.000 millones de dólares.
Buen jueves.