Toda buena fiesta se completa con una buena resaca.
Después de que las bolsas celebrasen el viernes que un pacto Estados Unidos-China estaría cerca, ayer sufrieron los excesos previos. La sesión mostraba ligeros descensos generalizados que recogían el escepticismo asiático acerca de las palabras de Trump, condicionando la firma de un primer acuerdo a ciertos aspectos que todavía no estaban claros. Desde el gobierno chino quieren que se retiren formalmente los aranceles previstos para diciembre antes de rubricar nada. Cabe destacar que la sesión en los parqués neoyorquinos, que siempre influye en Europa, se desarrolló con bajos volúmenes de contratación por la celebración del Columbus Day, que aunque no es un festivo de bolsa, sí era día de asueto en muchos bancos, empresas de inversión y los mercados de renta fija.
Pero la de Trump y Xi era la fiesta con copas de marcas prémium. Siempre ha habido clases y, en Europa, bebemos garrafón cortesía de Boris Johnson, que para qué engañarnos, todos hemos pensado alguna vez que es la versión mala de entre los dirigentes rubios y con pelazo. El viernes también se celebró que las conversaciones para un brexit con acuerdo parecían constructivas, pero lo cierto es que ayer, la realidad se abrió ante los ojos de los inversores. La presidencia de la Unión Europea, que actualmente ostenta Finlandia, confirmaba que era muy complicado que se alcanzase un texto común, que debería ratificarse por los socios en las reuniones que mantendrán a finales de esta semana. No olvidemos que el premier está obligado por una votación de su propio Parlamento a retrasar la fecha límite, cosa a la que no parece muy dispuesto.
Y para fiesta, la que comienza hoy: la temporada de presentación de resultados corporativos correspondientes al tercer trimestre del año. Como siempre, JP Morgan, Goldman Sachs, Wells Fargo y Citigroup inaugurarán el escenario. Habrá que prestar mucha atención, porque de los datos que se publiquen durante las próximas semanas y, sobre todo, de las perspectivas que expongan los gestores de las compañías, puede depender que lo que nos queda de año sea un buen guateque o una buena resaca con Espidifen.
Buen día.