El día de ayer conocíamos importantes datos sobre la situación de la economía norteamericana que nos dejaban con un sentimiento muy positivo, a pesar de todas las incertidumbres que aún nos sobrevuelan. Es posible que fuera porque los consumidores americanos no terminan de creerse esto de la pandemia global o que simplemente no le dan la importancia que le estamos dando los europeos.
Lo que sí que parece claro es que EE. UU. va a situarse en nada en el centro de la tragedia humana. Ayer la Administración reconocía que el número de fallecidos por el coronavirus podría acabar siendo superior al inicialmente estimado (240.000 frente a 100.000-200.000). Trump sigue reaccionando ante la magnitud del impacto y parece que va a levantar algunos de los aranceles que aprobó hace apenas unos meses para contener la crisis económica.
Los datos que sí están sorprendiendo positivamente a nivel global son los manufactureros. Tanto ayer el PMI de Chicago, como hoy el alemán, el francés y el español han resultado relativamente positivos, ya que a pesar de situarse claramente en terreno de contracción no son tan malos como nos los habíamos imaginado. Además, ¡el chino se vuelve a situar en terrenos de expansión! Hoy veremos qué impacto está teniendo esta crisis en el desempleo de las dos áreas económicas bañadas por el Atlántico.
Por su parte, la Reserva Federal continúa actuando y ayer creaba un mecanismo adicional a las líneas de swaps para proveer de dólares a otros bancos centrales, que les permitirá obtener dólares a cambio de sus posiciones en bonos americanos de forma temporal.
Buen día.