Mañana dará comienzo el año nuevo chino y según la mitología y astrología de dicho país, el animal que caracterizará el nuevo ejercicio será el dragón de madera. Este se distingue por ser un icono de liderazgo y tenacidad, y simboliza la suerte, el éxito, la nobleza, el honor y el poder. Mientras llega ese momento, sus principales referencias bursátiles han cerrado las últimas sesiones de “su” 2023 con números verdes gracias a las reformas que está llevando a cabo el gobierno para estabilizar sus mercados financieros. Entre estas se encuentran la sustitución del responsable del regulador del mercado de valores chino, la inyección de dos billones de yuanes (unos 260.000 millones de euros) a través de un fondo respaldado por el Ejecutivo y la prohibición de las ventas en corto de los valores del país. El objeto es cortar la sangría de salidas de capital que están estimadas en alrededor de siete billones de dólares desde los flujos máximos alcanzados en 2021 y dotar de confianza a los inversores extranjeros.
En otro orden de factores, en Estados Unidos, el mercado laboral continúa mostrando signos de fortaleza. Ayer por la tarde se publicaron las cifras del primer subsidio por desempleo y, ¡cómo no!, el dato que vio la luz (218.000) fue inferior al que habían estimado los analistas (220.000). Al mismo tiempo, las solicitudes continuadas de ayuda por no tener trabajo también fueron mejores que lo previsto (1.871.000 por 1.875.000). La resistencia de la economía estadounidense es encomiable, y sobre todo, respalda el argumentario actual de los banqueros que forman parte del comité de decisión de la Reserva Federal, de que es demasiado pronto para pensar en bajadas de tipos de interés.
Informe de febrero
En lo que concierne a los mercados de deuda, el foco de atención estuvo puesto en la subasta del bono del Tesoro estadounidense a 30 años. Esta fue un éxito y la emisión de 25.000 millones de dólares logró financiarse 2 puntos básicos por debajo de las estimaciones (4,36% vs. 4,38%), en gran parte como consecuencia de la elevada demanda que hubo. De hecho, la ratio de cobertura (bid-to-cover ratio) fue de 2,40 veces por encima de la media de las últimas seis subastas, que fue de 2,35.
La deuda pública estadounidense cerró la jornada cotizando en números rojos. Las ventas fueron menos acusadas en los tramos cortos de la curva (en el bono a dos años la rentabilidad exigida subió 2,5 puntos básicos) que en los largos (en el papel a diez años, el alza fue de 4,8 puntos básicos), lo que hizo que se corrigiese ligeramente la pendiente negativa. Mientras que en el caso alemán, la variación en el rendimiento ofrecido fue uniforme, o casi uniforme, a lo largo de todos los vencimientos. Detrás de este negativo comportamiento se encuentra el hecho de que durante la sesión se publicara la lectura final del IPC de Alemania, lo cual podría haber supuesto un jarro de agua fría ante las agresivas expectativas en las bajadas de tipos de interés que manejan los inversores.
En lo referente al comportamiento de las principales referencias bursátiles, cabe destacar que el S&P 500 coqueteó con la cota de los 5.000 puntos, aunque la perdió en las últimas horas de cotización, con una revalorización del 0,06%. También experimentaron subidas el Nasdaq (0,24%) y el Dow Jones (0,13%). En el caso europeo, la nota negativa la puso el FTSE 100 con una caída del 0,44%, al tiempo que índices como el IBEX 35 (0,17%), DAX (0,25%), CAC 40 (0,71%) y el Euro Stoxx (0,68%) terminaron al alza.
Hoy será un día liviano en cuanto a publicaciones macroeconómicas. Lo más reseñable será conocer la lectura final del IPC alemán, que no suele distar demasiado de la cifra preliminar. Asimismo, la temporada de resultados continuará con su curso habitual y compañías como Hermès o Pepsico darán a conocer sus cuentas trimestrales. Para concluir, en Asia, diversos mercados no abrirán por la festividad del Año Nuevo Lunar, como es el caso de China y Corea del Sur, por lo que la actividad será muy escasa o nula en dichos países.
Feliz viernes.